Málaga

La reurbanización del tramo central de la Alameda se retrasa dos meses

  • La imposibilidad de tocar el fuerte de San Lorenzo obliga a modificar el colector previsto

De la Torre, ayer, observa los restos del muro este del fuerte de San Lorenzo y el colector.

De la Torre, ayer, observa los restos del muro este del fuerte de San Lorenzo y el colector. / fotografías: javier albiñana

Apenas dos meses después de que arrancasen las obras de reurbanización del eje central de la Alameda Principal (una de las tres fases en las que se divide esta intervención), surgen los primeros problemas de consideración. Tantos como que van a obligar a desplazar cerca de dos meses la fecha prevista de terminación. En concreto, según informó ayer el alcalde, Francisco de la torre, no parece factible pensar en que la calzada central de esta avenida quede cerrada al completo antes del mes de febrero. Este desplazamiento temporal no tiene afección sobre el presupuesto de contratación.

El contrato inicial con la constructora Verosa, adjudicataria de esta parte de la intervención, fijaba el plazo de ejecución de las obras en seis meses, con lo que se apuntaba a finales de año como periodo posible de culminación. Ahora eso ya no es posible. ¿Por qué? La razón fundamental hay que encontrarla en los ajustes que los técnicos tienen que introducir para poder ejecutar un nuevo colector de aguas sin tocar "ni un solo centímetro" los restos de los muros este y oeste del fuerte de San Lorenzo. Esta es la misma estructura, cuyo origen se sitúa entre los siglos XVI-XVII, que ya forzó a alterar de manera sustancial la forma de ejecutar el túnel del Metro en el tramo Guadalmedina-Atarazanas.

Esperan adjudicar la obra del ala sur en agosto y que se inicie esa obra en septiembre

El buen estado de conservación del yacimiento ha pillado por sorpresa a los responsables del proyecto de reurbanización, que teorizaban con la posibilidad de incrementar la pendiente actual del colector usando para ello del orden de 60 centímetros de la parte más superficial del muro, una opción descartada de plano por la Consejería de Cultura, que subraya la catalogación del fuerte como Bien de Interés Cultural. Invalidada la idea, los técnicos de Urbanismo y de Emasa buscan una solución alternativa, que puede pasar por la ejecución de un cajón con mayor capacidad o por el empleo de un material menos rugoso que el hormigón, lo que dotaría de mayor velocidad el desagüe.

Los detalles del estado de la obra fueron aportados ayer por el alcalde, Francisco de la Torre, en una visita que realizó a la actuación. Y en la que no estuvo solo, ya que junto a él deambularon los concejales de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares; de Movilidad, Elvira Maeso, y del disfruto Centro, Gemma del Corral; así como los gerentes de Urbanismo, José Cardador, y de Smassa, Raúl López, entre otros.

Sobre el retraso previsto, el regidor habló de que está "en parte ligada a problemas conocidos a la vista de los colectores que existen, que tienen que tener la pendiente y la capacidad de desagüe adecuadas, y los condicionantes que crea el llamado Fuerte de San Lorenzo, donde está apoyado".

Asimismo, avanzo que previsiblemente en agosto quede adjudicada la obra de reurbanización del lateral sur, también financiado al cien por cien por el Ayuntamiento. De acuerdo con los datos iniciales, se trata de la pieza más cara de las tres que conformarán la nueva Alameda. Una vez decidida la empresa contratada, se cree posible que las obras arranquen en septiembre, con unos seis meses de plazo, fijándose la terminación para marzo.

De la Torre aseguró que se trata de unas obras "muy importantes" que suponen "cambiar los usos" de esta vía principal "y una apuesta por una ciudad humanizada, sostenible medioambientalmente y por el transporte público"; además de subrayar "lo que supone de modernidad para la ciudad de Málaga".

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