El Prisma

De rosas y espinas

  • Mientras se monta la marimorena con la designación de Chacón en Defensa, no parece importarnos que nuestras concejalas se vean obligadas a incorporarse antes de tiempo de sus bajas maternales

LLEVA uno dos semanas intentando no meterse en un jardín lleno de espinas, ojo, que no de rosas, que no está el patio para berlusconiadas. Pero es tal la cantidad de baba, demagogia barata, crítica insensata y aplauso hipócrita generado por el nombramiento de la embarazada Carme Chacón como ministra de Defensa que al final no queda otro remedio que hacerlo. La verdad es casi siempre incómoda y enemiga de lo políticamente correcto. Ya arremetía Javier Marías esta semana contra la pretensión de sus señorías diputados y diputadas de eliminar ciertas palabras e imponer su pretendida corrección en una lengua más que milenaria, ahora que por fin va a ocupar un merecido sillón en la Real Academia. Pues bien, la política tampoco parece permitir el derecho a la discrepancia o al matiz. No se puede ni rechistar contra el nombramiento de Chacón sin ser tildado de misógino, reaccionario o indeseable. ¿Puede alguien estar en contra del nombramiento de la política catalana al frente de las tropas españolas por el mero hecho de ser mujer y de estar embarazada? Rotundamente no. Pero de ahí a aplaudir un gesto que podría ser otro capítulo de la política de marketing en la que se está doctorando Zapatero hay un trecho.

Sería tremendamente machista que el presidente del Gobierno se dé por satisfecho con esta designación. Si su Ejecutivo no toma además medidas reales, y no de artificio, para acabar con todos los obstáculos que cada día encuentran las mujeres trabajadoras, lo de Chacón no pasará de anécdota vacía, de falaz argumento para que estos días más de un falso progre, que por lo general se comporta como un perfecto machista, ande henchido de orgullo por lo "valiente" que es el líder al "provocar" a unos militares que, por otra parte, ni han rechistado.

A día de hoy, la tasa de paro femenina supera en 4 puntos a la masculina y sí, el embarazo supone un problema para las empresas y para muchos miles de mujeres. Y no sólo porque muchos empresarios y directivos tengan una mentalidad arcaica y desfasada. Fundamentalmente porque a las empresas les importan los números, la rentabilidad a corto plazo, la errónea productividad que se calcula más por la presencia del trabajador que por su rendimiento, y el Estado no se ha preocupado hasta ahora de poner los medios para que las bajas por maternidad no acaben siendo un inconveniente en el trabajo. En nuestros admirados países nórdicos, cuna del bienestar, se obliga a los padres a tomarse una parte, a veces la mitad, de la baja por maternidad (en Suecia asciende a 96 semanas para la madre), un deber que iguala a papá y mamá frente a las empresas y hace aún más conscientes a los hombres de la responsabilidad que acaban de contraer. Pero aquí es preferible dar 2.500 euros en plan aprobado general, sin pensar si hay otro tipo de iniciativas más justas y mejores para las mujeres y para la sociedad.

Volviendo a la ministra Chacón, es un misterio si se tomará los cuatro meses a los que tiene derecho cuando nazca su hijo, porque la realidad es que ni la ley lo tiene previsto en casos como el suyo. Previsiblemente le ocurra igual que a las políticas malagueñas que han sido madres recientemente: una idea equivocada de la responsabilidad y una justificada presión por el qué dirán la llevarán a incorporarse antes de tiempo, a casi saltarse la ley, que la obliga al menos a pasar seis semanas sin trabajar. Habría que ponerse en el lugar de Carolina España, Ana Fuentes, Mariví Romero y María del Mar Zamora para juzgar con ecuanimidad si su decisión ha sido la única que podían tomar en sus circunstancias. Pero sí se debe decir que constituye un mal ejemplo para la sociedad que queremos y debemos defender. Los derechos están para ejercerlos, que suficiente lucha han costado y siguen costando, y si la excusa para no hacerlo es la de la responsabilidad, mal mensaje se traslada al mundo empresarial y al resto de mujeres. ¿Se sentirá así obligada a renunciar a parte de sus días junto a su recién nacido cualquier directiva en una empresa privada? ¿Acaso es menos importante su trabajo que el ejercicio de la política? ¿Si eres maestra, secretaria, abogada o enfermera, puedes darte de baja, pero si eres concejal no?

Y mucho ojo, que todo lo anterior también vale para nosotros. Hay que ser hombres y coger esos quince días.

el engaño coreano

Llegaron los coreanos de Hyundai y nos engañaron como a chinos, por hacer una broma estúpida del fiasco de Vitelcom, que le ha amargado la vida a mucha gente. Ahora se cruzan los reproches y se cuestiona seriamente el papel ejercido por el comité de empresa, liderado por CCOO y José Guerra. Muchos trabajadores consideran que el veterano sindicalista llegó para colgarse medallas y hacer política, como algún cargo de la Junta, y que ahora que el tiro le ha salido por la culata escurre el bulto. Era muy, muy chocante, que en los tiempos de la globalización y el traslado de las fábricas a Asia o Europa del Este, alguien apostara por producir móviles en la Costa del Sol.

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