Las organizaciones representativas del sector agrario malagueño -Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias-, y los sindicatos CCOO y UGT, han protagonizado este viernes en Málaga una protesta en la Subdelegación del Gobierno en contra de la propuesta de la reforma de la Política Agraria Común (PAC) que plantea el Ministerio de Agricultura por “minar” el trabajo, esfuerzo e inversión de los agricultores y ganaderos de la provincia por mantener el modelo productivo actual.

Consideran que el real decreto de convergencia aprobado por el Gobierno “no tiene en cuenta” ese esfuerzo por mejorar las explotaciones, mientras que “favorece a otras explotaciones donde se ha realizado menos inversión” por un modelo productivo del que el sector afirma, “queremos vivir”. Por ello, piden su retirada y la creación de una mesa de diálogo real con el ministro de Agricultura, Luis Planas, para el Plan Estratégico de la PAC a partir de 2023, y que el “error” de aplicar una “tasa plana” a todas las explotaciones en función de las hectáreas “no se repita en el próximo año”.

Alertan de que aunque en una explotación no se esté trabajando o invirtiendo, este modelo “premiaría” por igual a todas. Esto, supondría, en el peor de los escenarios, una pérdida de alrededor del 40% de los 80 millones de euros que reciben actualmente, de pagos directos, los más de 18.000 agricultores y ganaderos malagueños, dijeron.

Durante la concentración, el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido, el secretario de COAG Málaga, Antonio Rodríguez, el secretario de UPA Málaga, Francisco Moscoso, y el Gerente de Cooperativas Agro-alimentarias en Málaga, Carlos Cintas, lamentaron que el principal objetivo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para los próximos años pasa por reducir el número de regiones, impulsando la “tarifa plana” y eliminando también los derechos nominativos de los agricultores y permitiendo la entrada en el régimen de ayudas de superficies que, salvo excepciones, nunca han producido.

Las organizaciones recuerdan que, en el marco actual 2014-2020, se reconoció la diversidad productiva malagueña y española mediante el establecimiento de 50 regiones de ayuda definidas en atención a la comarca geográfica, a la orientación productiva y a los niveles de ayuda consolidados por los agricultores y ganaderos.

A su vez, se implantó un sistema de convergencia, que aproximaba el valor de los derechos de pago de los productores integrados en una misma región de forma moderada, paulatina y con limitación en su impacto sobre la renta individual de los agricultores y ganaderos afectados.

Cuatro organizaciones agrarias, UGT y CCOO respaldaron la protesta.

Además, señalan que en plena elaboración del citado Plan Estratégico de la PAC, el ministerio publicó en enero, “de forma unilateral y sin consenso”, el Real Decreto 41/2021, una normativa que acelera la convergencia desde este mismo año y “más allá de lo exigido por la Comisión Europea, y que se ha preparado obviando las advertencias del sector”, que la rechaza de forma unánime porque mermará de forma importante la renta de los agricultores y ganaderos malagueños, siendo los más perjudicados, los que han generado derechos más altos por haber invertido en mejoras tecnológicas y formación para producir y generar más empleo y riqueza, o aquellos ganaderos que concentran su explotación en poca base territorial, como son la mayoría de las explotaciones de caprino de Málaga.

Por tanto, son ejemplos tipo los ganaderos con poca base territorial, los olivareros y los regadíos, atacando a un modelo diverso, productivo y generador de riqueza en el territorio. Y es que por primera vez en la historia de la PAC, se define un tránsito no paulatino, que hará que “muchos profesionales no tengan tiempo de adaptarse a los cambios, redimensionar sus explotaciones y/o reorientar sus producciones”, alertaron.

Por otro lado, las organizaciones han pedido a los plenos de los ayuntamientos, a la sociedad y al conjunto del complejo agroalimentario, que se sumen a sus peticiones de cara a la nueva PAC, persiguiendo la elaboración de un plan estratégico que permita cumplir con las directrices europeas “respetando nuestra diversidad productiva”.