Malos tiempos para los pescadores, que aseguran estar asfixiados porque sólo pueden faenar unos siete meses al año. Y la situación incluso empeora. Después de pasar un año en el que la subida de los precios les ha perjudicado en gran medida, tras las últimas negociaciones realizadas en el seno del Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea, a los marineros del Mediterráneo se les ha reducido un 7% los días de trabajo.

A partir de ahora, dependiendo de la embarcación, más de la mitad de los pescadores de Málaga saldrán a faenar este 2023, 10 o 12 días menos que este año. “Esto supone otro recorte bastante importante en las flotas y algunas se quedan con menos de 150 días de trabajo y eso es casi inasumible para el sector”, asegura Mari Carmen Navas, patrona mayor de la Cofradía de Pescadores de Caleta de Vélez y presidenta de la Federación Provincial de Pescadores.

Actualmente, el objetivo de la Unión Europea es llegar al Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) en 2025 para todas las especies objetivo, entre las que se encuentran el salmonete, la merluza, la gamba roja o la gamba blanca. Esto quiere decir que en dos años la UE quiere que “estén equilibrados los recursos con las flotas”, según Navas, que añade que “los científicos informaron que es imposible llegar al Rendimiento Máximo Sostenible en todas las especies y en todas las zonas”.

De este modo, esta reducción del esfuerzo pesquero forma parte de ese empeño por la UE de alcanzar el RMS en 2025 por el que se adoptó en 2019 el Plan Plurianual de Pesca en el Mediterráneo Occidental y que lleva en vigor desde el año 2020. El objetivo principal es reducir hasta el 40% los días de trabajo del sector pesquero. Hasta ahora y sumando este último recorte, Mari Carmen Navas sostiene que se ha llegado al 31% e indica que “el primer año se hizo un recorte del 10%, el siguiente de otro 10%, el año pasado se hizo un recorte del 6% y ahora del 7%”.

En este sentido, remarca que “este 2022 las embarcaciones de arrastre han tenido un máximo 162 días para la pesca y los recortes van sobre esos días”. Lo que supone que muchas embarcaciones malagueñas solo trabajarán seis o siete meses al año. En cuanto a las cuotas de pesca, en Málaga no repercute porque en Andalucía solo hay cuota en la gamba roja y en la provincia no hay.

“Nos van recortando días y al final no solo son los barcos, las tripulaciones no pueden soportar tantos meses sin trabajar y si buscan otro trabajo, entre el problema que tenemos generacional y que al año pueden estar parados hasta cuatro o cinco meses, los barcos al final se quedarán amarrados”, señala Navas.

Al pensar en el futuro del sector, la patrona de la Cofradía de Pescadores de la Caleta de Vélez incide en que “lo que puede pasar es que se vayan quedando barcos por el camino porque las embarcaciones, que no dejan de ser empresas, no seguirán siendo rentables y se pueden ir desusando o vendiendo a otros caladeros”.

Por su parte, Manolo Haro, patrón de la Cofradía de Pescadores de Marbella, coincide con Navas en todo momento y sostiene que “España es el cachondeo de Europa en todos los aspectos de la pesca”. En este punto, insiste en que un barco es una empresa que tiene cinco, 10 o incluso 15 trabajadores, que con esta reducción de días saldrán a faenar menos de 150 días al año. Además, añade que es obvio que esta situación “no beneficia a los pescadores del Mediterráneo puesto que se quedan 10 días, casi dos semanas, sin pesca”.

Así pues, también asegura que “cuando cierre un puerto o una Cofradía de Pescadores se preguntarán por qué pasa” e incide que con esta reducción que solo les permite salir a la mar menos de 150 días “es imposible que una Cofradía pueda tirar para adelante con los barcos amarrados”.