Dicen que tras la tempestad siempre llega la calma. Suele ser verdad, salvo en el sector turístico, donde, tras varios meses de lluvia, penas y escasez de turistas, no se quiere tranquilidad, sino todo lo contrario: bullicio, miles de clientes e ingresos para recuperarse de las pérdidas. El sol, por fin, se mantuvo durante varios días seguidos y llegó en el mejor momento posible, ya que la Semana Santa marca el inicio oficioso de la temporada turística. Aún quedan varios meses para el verano, pero la Semana Santa genera sensaciones, buenas o malas, entre el empresariado turístico, un sector muy proclive a continuos altibajos en los estados de ánimo. Y ahora está por las nubes tras siete días de alta ocupación en los hoteles, los restaurantes o los chiringuitos.

Varios empresarios consultados ayer por este diario coincidieron en señalar que esta Semana Santa ha sido "muy satisfactoria" e incluso se han obtenido unos datos mejores que en el mismo periodo del año pasado.

El consejero de Turismo, Comercio y Deporte, Luciano Alonso, que ayer estaba en Madrid en un acto de promoción junto a El Corte Inglés, aseguró que la Semana Santa estaba siendo "magnífica" para el turismo y estimó que hasta el momento las cifras de ocupación hotelera habían alcanzado el 80% en toda la comunidad autónoma. Alonso precisó que la región está "en buenas condiciones" para afrontar bien el verano y se mostró optimista de cara al resto del año. En cuanto a las zonas donde se está concentrando el turismo estos días, Alonso explicó que "están llenas" tanto las playas como las zonas de interior porque la Semana Santa andaluza es "distinta, diversa y potente", lo que está haciendo que ciudades como Málaga, Sevilla o Almería se sitúen en un "cien por cien de ocupación".

José Carlos Escribano, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), subrayó que mañana harán una encuesta entre los hoteles de la provincia para ver el comportamiento en Semana Santa aunque "parece que las expectativas se están cumpliendo gracias al buen tiempo". Escribano indicó que "el mercado nacional se ha movilizado, somos un destino preferido por la cercanía y eso da pistas para el verano".

Los hoteles en la capital se han quedado sin plazas libres principalmente entre el Jueves y el Sábado Santo por el tirón de las cofradías y las corridas de toros pero quedaba la duda de qué iba a ocurrir en la Costa. Los resultados han sido satisfactorios incluso en los hoteles de mayor lujo. Fuentes del hotel Puente Romano en Marbella, un cinco estrellas gran lujo, señalaron que la ocupación media durante este fin de semana ha sido del 85% y "estamos contentos porque ha sido superior al del año pasado". José Luque, director de la cadena Fuerte Hoteles, señaló, por su parte, que el hotel El Fuerte, también en Marbella, "se llenó el Viernes Santo y el resto de la semana ha habido una buena ocupación". Luque aseguró que "hemos repetido las cifras del año pasado e incluso hemos mejorado algo a última hora por el buen tiempo que ha hecho". En esta cadena, como en otras hoteleras, han organizado paquetes con ofertas especiales siempre que la reserva se hiciera con varios meses de adelanto, algo que ha contribuido a tener mejores registros. "Moderadamente contento", fue la valoración final realizada por el director general de esta compañía.

Los propietarios de los chiringuitos han vivido un año nefasto. Por una parte, tenían la inseguridad sobre su futuro ante la intención del Gobierno central de cerrar todos aquellos que no cumplieran los requisitos de la Ley de Costas, un proceso en vías de solución después de que la Junta de Andalucía se vaya a quedar con las competencias. En segundo lugar, ha estado cuatro meses lloviendo de forma casi ininterrumpida y así a nadie le apetece ir a comer a un establecimiento de este tipo. Partiendo de esta base, es más que lógico que Manuel Villafaina, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Playas, estuviera ayer casi como unas castañuelas. "Ha ido muy bien. Ha venido mucha gente, el tiempo ha acompañado y esta Semana Santa ha sido en torno a un 10% mejor que la del año pasado", explicó Villafaina, quien se muestra optimista de cara al verano. "Los hoteles estaban muchos llenos y los hamaqueros han podido trabajar por fin ya que llevaban varios meses sin poder hacerlo por la lluvia", continuó Villafaina, quien, no obstante, apuntó que "sigue habiendo muchos clientes con miedo a gastar".

Rafael Prado, presidente de la Asociación de Empresarios Hosteleros de Málaga (Aehma), es de la misma opinión. Aseguró estar "contento porque hemos podido trabajar toda la semana y sin sobresaltos" y señaló que, según sus cálculos, las ventas han podido crecer en torno a un 3% respecto a la Semana Santa de 2009. Sin embargo, Prado precisó que los ciudadanos, tanto locales como turistas, "han mirado más el gasto y han ido más de tapas que a cenar" por lo que "los bares han sido los mayores beneficiados". En el polo opuesto, el presidente de Aehma afirmó que los que han tenido más flojo el negocio han sido los bares de copas.

Por otra parte, en el sector de alquiler de coches también están satisfechos con la semana. Ana María García, presidente de la patronal Aesva, subrayó que "se han cumplido las perspectivas que teníamos con un índice medio de reservas del 80% y, dentro de lo que cabe, somos optimistas para la temporada de verano". Eso sí, en este sector creen que la subida del IVA al 18% en julio les va a ocasionar graves problemas pero eso es otra historia.

La Semana Santa termina hoy y lo ha hecho con una nota alta, inyectando moral en vena a todo el sector turístico y unos millones de euros que no vienen nada mal. Sólo falta que siga esta tendencia.