Hasta la familia real ha sucumbido a la moda de la autofoto, el selfie, que ayer también logró ser protagonista en la primera visita a la capital malagueña de Don Felipe VI y Doña Letizia Ortiz como Reyes de España. Pocos fueron los que renunciaron a inmortalizar su encuentro con los monarcas, aunque las prisas que marcaba la agenda real hiciera que algunos fracasaran en el intento.

Sus Majestades llegaron a pie desde la Catedral hasta la entrada principal del Museo Picasso a las 19:36, sólo seis minutos después de la hora prevista. Pero desde un par de horas antes, cientos de personas esperaban impacientes en las inmediaciones de la pinacoteca, en las calles San Agustín y Císter, para el encuentro. En las primeras filas comenzaron pronto a ondear discretos banderines de España. Otros curiosos, al grito de ¡Viva el Rey!, ¡Viva España!, disfrutaban de las privilegiadas vistas que ofrecía su balcón próximo a la pinacoteca.

Durante el trayecto de los Reyes, que apenas duró cinco minutos, se sucedieron numerosos autorretratos, algunos incluso de grupo. Primero se sumaba Don Felipe, posteriormente, también su esposa. "Llevo aquí unas dos horas. He conseguido hacerme una foto con el Rey, aunque de lejos", afirmaba un joven procedente de Pekín.

El testimonio de otra familia cordobesa, que aseguraba estar de vacaciones en Málaga, era buen ejemplo de que la moda del selfie ha llegado para quedarse. "Si no salgo en la foto con los Reyes, no me creerán cuando diga que los he tenido tan cerca", sostenía una mujer.

A las 19:40, Don Felipe, tras haber visitado varias obras del Museo Picasso durante aproximadamente 60 minutos, volvía a atraer todas las miradas. Era, para muchos asistentes, la última oportunidad que tenían para posar con el nuevo monarca. Luisa Puertas fue una de las que lo consiguió. "Ha sido una experiencia muy gratificante. Tanto él como Letizia me han parecido muy simpáticos y, sobre todo, muy cercanos. Se hacían una foto con todo el que se lo pedía", manifestó en declaraciones a este periódico. También su abuela fue, según detalló, una de las afortunadas. "Está muy contenta y feliz por haber podido salir en la foto. Ella, además, ha pasado 30 años fuera de España y quería tener la oportunidad de ver a los Reyes en persona", señaló.