El senderismo como deporte de fin de semana se ha extendido por los parajes naturales de la provincia; lugares que antes perecían estar reservados a expertos en la materia se han abierto hacia un perfil más generalizado, gracias sobre todo a una mayor y mejor señalización y acceso de los senderos. Y la consecuencia de este cambio se ha traducido directamente en un mayor número de intervenciones por parte de los efectivos de emergencias, que como media realizan un rescate a la semana, con las complicaciones que conlleva actuar en espacios naturales. Hasta octubre, el Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) ha realizado un total 32 intervenciones relacionadas con senderistas, concentrándose la mayoría de ellas en tres parajes concretos: El Torcal (Antequera), el río Chíllar (Nerja) y Las Buitreras (Serranía de Ronda).

La belleza de El Torcal, recientemente premiado por la Guía Repsol al incluirlo entre los tres mejores rincones de 2013, unida a su fácil acceso y la dificultad baja del sendero practicable producen un flujo natural de senderistas que se repite cada fin de semana. El director técnico del CPB, José Espinosa, explica que anteriormente El Torcal disponía de tres rutas practicables, identificadas con los colores rojo, amarillo y verde, que orientaban sobre la dificultad. En la actualidad, se ha reducido a un único camino -antiguo amarillo-, por lo que en una hora y media los senderistas han completado la ruta. Es en este momento cuando "tienden a buscar nuevos caminos para alargar su recorrido y acaban perdidos", comenta Espinosa. En los diez primeros meses del año, el balance de los bomberos del Consorcio arroja diez intervenciones en El Torcal y la mayoría de las salidas han sido para encontrar a senderistas. En este paraje en particular cuentan con un factor en contra, la niebla que se va acumulando en la zona al anochecer, lo que dificulta la localización de los desaparecidos a pesar de que se conozca la zona.

El río Chíllar se postula como el segundo entorno al que los bomberos acuden más a menudo. Las intervenciones aquí se centran sobre todo en los meses de verano y al contrario de lo que ocurre en El Torcal, las incidencias en este rincón están siempre relacionadas con personas accidentadas. De hecho, los cuatro rescates realizados en 2013 en el río se corresponden con este perfil. El acceso es este paraje es algo más dificultoso y en algunos tramos del recorrido es imprescindible caminar dentro del río, lo que explica que los accidentes sean más comunes.

El tercer paraje en número de incidentes es Las Buitreras y aunque el número de rescates es inferior, los accidentes a los que acuden los servicios de emergencia en la zona suelen ser muy graves, por las características de la zona. Este año han sido rescatadas dos personas en estado grave y una fallecida. El último caso al que acudieron los bomberos se correspondió con cinco chicas con síntomas de hipotermia. "Mucha gente va por primera vez con una empresa de multiaventura y después vuelve con unos amigos por su cuenta", explica el director técnico del CPB. Esto implica una serie de riesgos, porque la "zona es peligrosa; hay que conocer el terreno y acudir con los equipos apropiados y el atuendo idóneo", concreta. La recién creada unidad de montaña del Consorcio de Bomberos, que sirve de apoyo al grupo de montaña de la Guardia Civil, se ha hecho sobre todo para este tipo de espacios, en los que el acceso del operativo es complicado, los rescates son lentos y hay que realizarlos con mucha seguridad.

Por último, en El Chorro también se registran muchos accidentes al año, sobre todo de escaladores en El Caminito del Rey. En este espacio natural los bomberos de la provincia prestan su apoyo a la Guardia Civil de montaña.