Alfonso Miranda Páez | Presidente de la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo

“Esta sentencia es un soplo de aire fresco para los vecinos del centro de Málaga”

  • Considera que se ha dado un paso al reconocer “la inactividad del Ayuntamiento”

  • Cree que el ocio nocturno no tiene cabida en las zonas residenciales

Alfonso Miranda, presidente de la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo

Alfonso Miranda, presidente de la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo / Javier Albiñana

La sentencia contra la “inactividad” del Ayuntamiento de Málaga ante las denuncias por ruido en la plaza Mitjana ha supuesto punto de inflexión. El reconocimiento de que algunos derechos fundamentales hayan sido afectados es “un soplo de aire fresco”, según explica Alfonso Miranda Páez, presidente de la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo. Considera que los locales de ocio nocturno con incompatibles en lugares residenciales: “La ciudad está saturada de estos locales”. 

–¿Qué supone esta sentencia para los vecinos de la Plaza Mitjana?

–Aunque no soy uno de los implicados directamente en ese grupo, creo que es un soplo de aire fresco para todos ellos. Al final, se ve el resultado y se aprecia como la razón se abre camino, a pesar del negacionismo del Ayuntamiento lleva abanderando desde hace años. Ha habido un juez que ha dicho ‘hasta aquí’ y creo que eso es bastante positivo.

–La sentencia avala un “menoscabo de derechos a la intimidad personal y familiar y a la inviolabilidad domiciliaria”.

–Estamos hablando de derechos fundamentales. La Constitución no es un adorno, pero nos hemos acostumbrado a que estas garantías estén muy por debajo de cualquier cosa que signifique negocio. Creo que es punible que alguien que tiene la obligación de velar por estos derechos mire para otra parte. Algunos no hicimos la Transición para esto. Luchábamos todos juntos, de todas las ideologías, para que la convivencia fue mejor y digna. Pero no, cuando hay negocio de por medio, los derechos de los residentes no importan.

Málaga está saturada de los establecimientos de ocio nocturno y de sus consecuencias”

–Pero tampoco cree probada “una vulneración grosera y escabrosa del derecho a la vida y a la integridad física o moral”.

–Creo que se queda corta. Si estuviera implicado, recurriría, porque la sentencia dice blanco y negro a la vez. Se evalúan unos hechos contabilizados y luego añade un pero. No, las cosas no son así. Si se han demostrado unos hechos, alguien tiene que pagar esa inactividad.

–¿Una victoria a medias?

–Sí, porque hay veces en las que hay que ser contundente, y sin embargo se ha matizado bastante. Sin embargo, creo que es un paso porque se reconoce que el Ayuntamiento no ha hecho lo que tenía que hacer. Parece que la sentencia ha sido algo que ha surgido de la nada, pero es el resultado de muchos años de lucha, advirtiendo al Ayuntamiento de lo que estaba pasando y de cómo se estaba yendo de las manos. Pero habiendo negocio de por medio, el ciudadano no importa nada.

Da la sensación que, sin el ocio nocturno, Málaga no es nada y se va a acabar hundiendo

–El Ayuntamiento defiende que la sentencia no tiene en cuenta las iniciativas municipales tomadas desde 2015. ¿Ha cambiado la situación de la plaza Mitjana en este tiempo?

–Ha cambiado algo, pero están abriendo nuevos locales e insonorizándolos. Y eso no es para poner una iglesia, precisamente, sino para poner discotecas. La aprobación del ZAS (Zona Acústicamente Saturada) decía que durante 5 años no se concederían más licencias en el Centro, pero no se está cumpliendo. Además, a la hora de actuar, la policía interviene a raíz de las llamadas de los vecinos; que alguien me explique por qué los que vivimos en la zona tenemos que despertarnos, coger el teléfono y avisar a las 3:00 o 4:00 de la mañana.

Lo que antes ocurría en Mitjana, se ha desplazado ahora a la plaza del Carbón, plaza del Siglo y calles aledañas. Hemos tropezado con argumentos tan tontos e infantiles como que no tienen sonómetros para medir el ruido. Hace un tiempo, avisé a un agente porque unos músicos estaban tocando en una de estas calles en un horario en el que estaba prohibido. El agente me dijo que no tenía sonómetros para poder medirlo, pero me lo tuvo que decir dentro del portal porque fuera no se oía nada con el ruido. El Ayuntamiento está negando una máxima y espera que pase esta racha, pero llevamos años con este problema.

–El Consistorio ha defendido en varias ocasiones que la concentración del ruido se debe a aglomeraciones puntuales que coinciden con la hora de cierre del ocio nocturno.

–No sé si lo que buscan entonces es que el ocio nocturno cierre a las 6 de la mañana. Aquí hay un problema fundamental de inicio, y es que el ocio nocturno debería estar prohibido, que lo está, en una zona residencial, porque es incompatible. No se puede echar agua y aceite a la vez. La persona que va a un pub o una discoteca, va a divertirse, y eso conlleva un consumo de alcohol y todo lo que deriva de él. Nosotros hemos escuchado barbaridades como que, si el ocio nocturno estuviera más tiempo abierto, funcionaría como barrera de contención contra el Covid. Este sector sobra en el centro de Málaga, porque está saturado de sus establecimientos y de sus consecuencias. Aquí ha habido hasta asesinatos, como consecuencia directa de la cultura del alcohol que se consume en estos lugares. Parece que sin ocio nocturno, Málaga no es nada. Da vergüenza decirlo, pero es que da la sensación que, sin ello, Málaga se hunde.

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