La siniestralidad laboral en Málaga sigue aumentando y, según las cifras aportadas por el sindicato CCOO, está en uno de sus máximos históricos. En 2018 se produjeron un total de 22.491 accidentes en puestos de trabajo o en los desplazamientos, un 7,3% más que en 2017. "Málaga está a la cabeza, y bien destacada, del conjunto andaluz, Andalucía lidera esta triste estadística en España y España está en el primer puesto de Europa en siniestralidad", asegura José Martín Anaya, secretario de Salud Laboral y Riesgos Laborales de la central sindical. 

El único alivio, comenta Martín Anaya, "es el leve descenso de accidentes mortales (un 27,7% menos) pero no es porque se estén implementando medidas nuevas para paliar la siniestralidad sino por casualidad". Más que fallecimientos por causas violentas, fueron debidos a infartos y problemas cardiovasculares, algo que el sindicato relaciona directamente con el estrés laboral. 

El pasado año en total fueron 327 accidentes graves y 13 muertes, nueve de ellas en el sector servicios, aumentando así un 50% con respecto a 2017. También destacan desde CCOO que los accidentes en los desplazamientos crecen un 4%. 

Los responsables sindicales apuntan a que desde que la reforma laboral precarizó las condiciones de trabajo la siniestralidad laboral no ha hecho más que incrementar. "Acabar con esto tiene una regla simple en la que solo hay que manejar dos parámetros, medidas preventivas y mejores condiciones laborales", señala Martín Anaya. 

Las trabajadoras, una doble brecha en la siniestralidad

Saray Pineda, responsable del area de Mujer y Juventud de CCOO, destaca que la situación de las trabajadoras es aún peor, ya que aumentan los casos de acoso en sus puestos de trabajo, son "perseguidas" cuando se quedan embarazadas para que dejen su empleo y no se le reconocen ciertos riesgos en el embarazo y la lactancia.

Además, la falta de conciliación las condena a trabajos precarios mal pagados y a jornadas extensas sin remunerar en casa. Igualmente destacan que el catálogo de enfermedades profesionales están totalmente masculinizados.