Málaga

La sociedad malagueña exige a los políticos el fin de la confrontación

  • Empresarios, sindicatos, profesionales y vecinos reclaman al PP y PSOE que dejen de tirarse los trastos a la cabeza, firmen un pacto para salir de la crisis de la mejor forma posible y no se pierdan proyectos

Ya está bien de confrontación política entre PSOE y PP. En tiempos de crisis, con más de 150.000 parados en la provincia, los ciudadanos exigen a los políticos -los representantes que todos hemos elegido a través de las urnas- que olviden sus enfrentamientos internos y externos y se dediquen a lo que debe ser su obligación: defender el bien común.

La pugna política entre los dos principales partidos en la provincia está en uno de sus momentos más álgidos, con continuos reproches entre unos y otros. El PP asegura que el 25 por ciento de los alcaldes socialistas de la provincia están imputados por temas urbanísticos; el PSOE acusa al equipo de Gobierno del PP en la capital que presuntamente ha adjudicado a dedo unas 25 obras en los distritos de Churriana y Campanillas a una empresa afín a los populares; el PP en Vélez Málaga acusa a IU de convertir a la empresa municipal de vivienda "en una agencia de colocación sin control"; el PSOE dice que el Ayuntamiento de Benahavís (PP) se ha gastado 250.000 euros en patrocinar un torneo de golf... Y, en medio, todos los casos de presunta corrupción urbanística que saltan casi a diario y que suponen una nueva excusa para darse de golpes.

Este diario se ha puesto en contacto con una quincena de representantes de la sociedad malagueña y el mensaje es el mismo: "Estamos hartos de la confrontación entre políticos. Lo que tienen que hacer es trabajar por el bien común y no por el propio".

La lucha política es entendible y hasta legítima, pero sólo en unos justos términos. Cuando esa pugna supone la pérdida de proyectos empresariales o de empleos la cosa cambia. En este sentido, los encuestados critican abiertamente, por ejemplo, que el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía -como ocurre en el resto de municipios- sean incapaces de llegar a un acuerdo en la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), imposibilitando así que los empresarios tengan una reglas de juego claras y haya seguridad jurídica. Y lo mismo ocurre con el proyecto del corredor ferroviario, el tercer hospital o megahospital, el intercambiador del Metro, el saneamiento integral... Siempre es necesario el consenso y en momentos de crisis, mucho más. Málaga exige un pacto a sus políticos. Que tengan altura de miras y hagan su trabajo. Ni más ni menos.

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