El IPC ha subido, este mes de mayo, hasta el 8,7% interanual debido al encarecimiento de los alimentos, los carburantes y las bebidas no alcohólicas. La subida de precios también ha afectado a algunos malagueños que lo tienen difícil para llegar a fin de mes. Comprar menos, mirar los precios detenidamente o pedir ayuda a los familiares, son algunas de las razones que distintos clientes del mercado Atarazanas, que han hablado con este periódico, han asegurado que realizan para poder hacer frente al aumento del coste de los productos.

Pepi y Manuel, una pareja de jubilados, sostiene que ellos llegan a fin de mes porque les ayudan sus hijos. Ambos van juntos al mercado Atarazanas a hacer la compra cada 15 días y adquieren productos que los alimentarán durante dos semanas. Solo compran en el mercado porque están seguros de que “es más barato” que los supermercados. La inflación de los alimentos ha provocado que los ahorros que tenían guardados se los hayan “comido enteros”, según Manuel.

“En las carnes yo he visto en un entrecot de ternera una subida de tres o incluso cuatro euros comprada en el mismo sitio”, sostiene María, otra clienta, que ha notado el encarecimiento de los alimentos en el mercado y en los supermercados porque “la subida ha sido escandalosa”. La clienta remarca que aunque son menos en su casa, ya no cuenta con dinero para extras y que “donde antes gastabas en una compra pequeña 20 euros, ahora hay que pagar 30”.

Un puesto de frutas del Mercado Atarazanas.

Por otro lado, Ángeles, pensionista, está segura de que la subida de precio es “horrorosa” y se ve obligada a adquirir menos productos que antes. También apunta que va a tener que hacer la compra “como antiguamente” y llevarse únicamente “lo que vaya a comer”, porque al tener el mismo salario, pero más gastos “por algún lado habrá que recortar”. Por su parte, Marisa asegura que aunque a fin de mes llega bien, “al ser más en casa se nota mucho la subida de los precios”.

José vive con su mujer, ambos jubilados, y puntualiza en que sus sueldos no les permiten ahorrar. Actualmente, solo acuden a comprar al mercado una vez a la semana “cuando falta algo en casa” y racionalizan las compras de forma que tienen de todo durante varios días. Asimismo, Francisco, otro cliente del Mercado Atarazanas que suele comprar fruta, ha tenido que pasar de adquirir productos en abundancia, a llevarse solo “lo que haga falta” y una vez a la semana.

Un grupo de mujeres comprando en el Mercado Atarazanas.

El pescado, la carne y las frutas son, en definitiva, los productos que más se están encareciendo en los mercados. Inma, otra clienta de Atarazanas, sostiene que llega a fin de mes porque va “recortando” en todo lo que consume. Juan, un habitual en el mercado, asegura que compró un kilo de cerezas y se quedó tan impresionado al ver el precio que le preguntó a la dependienta “si se lo pagaba a plazos”. A pesar de vivir solo, garantiza que lo tiene muy difícil “para comprar algo con lo altos que están los precios”.