Málaga

La idea del supermercado en la esquina del Puerto genera rechazo institucional

  • De la Torre y Linde admiten que no es el uso más adecuado, aunque no cierran por completo la puerta a la iniciativa · "El ideal sería otro tipo de establecimientos que diera un plus singular", afirma el alcalde

La posibilidad de que lo que se levante junto al ambicioso edificio cultural proyectado en la esquina de los muelles 1 y 2 del puerto sea un supermercado no parece que satisfaga del todo a los máximos responsables del Ayuntamiento de Málaga y de la Autoridad Portuaria. Tanto Francisco de la Torre, alcalde, como Enrique Linde, presidente del Puerto, admiten que el uso que baraja la concesionaria de la transformación del muelle paralelo al Paseo de la Farola en el entorno del nuevo equipamiento no es el más adecuado, aunque ninguno de ellos cierra totalmente la puerta a esta opción.

Sin descartar claramente la iniciativa empresarial, el regidor del PP sí fue claro al indicar que quizá la construcción de un supermercado en los terrenos próximos a la esquina no sea lógico. "Hay que tener una visión general del conjunto y quizá busquen elementos motores para que sea un éxito, pero el ideal sería otro tipo de establecimiento que dé un plus singular, que sólo se pueda ubicar en ese espacio de calidad", manifestó, al tiempo que apostilló: "Este tipo de instalaciones parece que, cumpliendo una función social, podría encajar en otros espacios de la ciudad". Sin embargo, De la Torre abogó por "analizar y ver las razones" de la promotora del muelle 1, integrada principalmente por Myramar, Edipsa y Unicaja. "Hay que estar muy abierto, aunque insisto en cuál es mi postura inicial sobre el tema", añadió. "Un supermercado cumple su función, pero el objetivo del plan especial del puerto en principio es el de otro tipo de establecimientos comerciales", expuso.

Por su parte, Linde admitió que en principio la opción de un local comercial de estas características, que según el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz Guirado, sería una especie de "supermercado de barrio", "no parece que sea positiva". No obstante, abogó por "ver el conjunto de la oferta comercial" de Iniciativas Marina de la Farola. "Todo eso hay que valorarlo en su conjunto", comentó el presidente del Puerto, que admitió que la institución no puede cerrar la puerta a esta opción.

Desde la Casona del Parque, el portavoz de IU, Pedro Moreno Brenes, admitió estar asombrado ante la posibilidad que ahora se maneja. "Por coherencia rechazamos esta iniciativa", dijo, a lo que añadió: "Un supermercado es impropio para lo que debemos hacer en la integración del puerto". En esta misma línea, el portavoz del PSOE, Rafael Fuentes, pidió "más imaginación" a la hora de plantear usos en la esquina del puerto, que calificó como "la joya de la corona". "No se puede dejar ese espacio para un supermercado, unos bares o unos cines", apostilló.

La posibilidad de que salga adelante esta iniciativa comercial cuenta, eso sí, con el rechazo de plano del Colegio de Arquitectos de Málaga, cuyo decano, Antonio Vargas, ya auguró que podría barajarse un local de este tipo en la zona. "El éxito de la propuesta del edificio cultural en la esquina no sólo depende del diseño arquitectónico, sino también de los usos que se prevean en el entorno", comentó, al tiempo que defendió la necesidad de que "sean complementarios y que sumen, que generen sinergias" respecto al nuevo equipamiento.

"Plantear un supermercado sin mayor cualificación al lado del espacio cultural, en la mejor esquina de la ciudad, no parece que sea una apuesta de ciudad decidida", declaró Vargas. El decano de los arquitectos malagueños, en lo estrictamente arquitectónico, sí confió en que el diseño final tenga la mejor calidad posible.

Lo que parece seguir estando en stand by es el impulso definitivo a la modificación de elementos del Plan Especial del Puerto necesaria para autorizar el cambio de diseño del equipamiento cultural, que originalmente se situaba bajo la rasante de la calle. La propuesta que Iniciativas Marina de la Farola puso sobre la mesa hace varios meses conlleva elevar la altura del inmueble, sin alterar la edificabilidad, de unos 6.400 metros cuadrados, ni el uso, que sigue siendo cultural.

La principal transformación radica en que la construcción, a la que ha dado forma el estudio L35, responsable también del diseño del espacio comercial del muelle 1, tendría 18 metros de altura, trece de ellos sobre la calle; 25 metros de ancho y cien metros de largo. Esta circunstancia ha provocado cierto rechazo en la ciudad, dado que podría generar un importante impacto visual. Desde la parte privada, de la que forma parte Unicaja, entidad que el alcalde apuntó podría hacerse con la gestión del equipamiento, se ha justificado la variación en la necesidad de ganar altura para dar cabida a exposiciones de gran formato.

Pero todo ello obliga a modificar nuevamente el plan del Puerto. Ayer, el concejal de Urbanismo apuntaba que previsiblemente a lo largo del mes de marzo podría tener lugar la aprobación inicial de la misma. Sin embargo, la decisión última corresponde a la Autoridad Portuaria, que es la única con capacidad para promover esta tramitación. Preguntado ayer por la cuestión, Linde fue claro al señalar que aún no tiene una decisión tomada. "Tengo que pensarlo, tengo que ver el formato final, ver la imagen final y cómo queda todo", dijo, al tiempo que incidió en analizar el impacto que finalmente pueda generar la edificación. A partir de ahí, "veremos si tiramos hacia adelante".

Por su parte, De la Torre insistió en la necesidad de que el proyecto cuente con "el máximo consenso" de las partes implicadas, incluyendo a la promotora del muelle 1, a Unicaja, "que había mostrado interés en la gestión del edificio", el Ayuntamiento y el Puerto. Asimismo, volvió a reiterar la necesidad de que la propuesta arquitectónica a impulsar en la esquina sea "de gran belleza". "Espero que vayamos avanzando pero con el máximo consenso en un espacio muy especial", confió.

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