Málaga

Un tanatorio 'sostenible' que divide a los vivos en Igualeja

  • Los vecinos se enfrentan por la construcción de una sala para velar a los difuntos en las afueras del municipio y el alcalde recuerda que el Consistorio no tiene solares

La construcción de un tanatorio municipal ha dividido a los vecinos de Igualeja. De un lado están los que se oponen a la ubicación elegida y aquellos que consideran que se encuentra muy lejos del centro de localidad. De otra parte, los que piensan que es una infraestructura necesaria en un pueblo donde se sigue velando a los difuntos en las casas y los que respaldan a los responsables municipales por el emplazamiento elegido.

En mitad de todos se encuentra en alcalde de la localidad, Francisco Escalona (PP), que reconoce que el emplazamiento no es el más adecuado, por aquello de estar en límite urbano, aunque lo justifica asegurando que "no tenemos terreno municipal, y ha sido un vecino el que ha cedido el solar".

Escalona insistió reiteradamente en esta argumentación, al tiempo que explicaba que la falta de solares municipales está derivada de la gestión del anterior alcalde del PSOE, Gaspar Domínguez, que habría vendido todas las propiedades del ayuntamiento de Igualeja dentro del casco urbano, incluido el viejo cementerio municipal, señalando que "ese espacio hubiese sido el mejor para la construcción del tanatorio, porque estaba junto a la iglesia y en el centro del pueblo".

Mientras tanto, un panfleto anónimo llama a los vecinos del barrio afectado a la movilización contra la construcción del tanatorio junto a sus viviendas, ya que creen que está demasiado cerca de las casas. En este sentido, el regidor popular defiende que cumple con toda la normativa de salud y las distancias necesarias.

Los detractores aseguran que "no entendemos que quieran hacerlo en contra de los vecinos", mientras los defensores son también rotundos, señalando que "parece que el problema es que se están haciendo cosas". En este bando se considera que la instalación supondrá un avance importante para la localidad, y es que aquellos vecinos que lo deseen no tendrán que velar a sus difuntos en precarias condiciones en sus hogares.

Mientras tanto, las obras continúan mientras se mantiene la polémica vecinal. La primera fase se construye con cargos a los fondos estatales del plan E y la llamada ley de economía sostenible, lo que también ha generado en el pueblo más de un chiste alusivo al gran lema que reza en la valla anunciadora.

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