Sin duda, la solución más sencilla para ganar buena reputación en la página es comprar seguidores Instagram, lo cual es imprescindible para cualquier persona que desea vender por este medio. Sin embargo, se tiene que hacer con cuidado y de forma aparentemente orgánica para que no ser penalizado por la plataforma, así que es recomendable contratar un servicio dedicado a ello.

La reputación en Instagram se mide básicamente por la cantidad de seguidores que se tiene, por lo que es lógico buscar estrategias que atraigan a más usuarios. La más básica consiste en tener seguidores activos porque resulta atractivo para otros usuarios, aunque no es lo único que debe hacerse.

También las interacciones son una manera de atraer la atención del público al que vaya dirigido el perfil, porque la actividad llama la atención de personas reales. Si se hace todo siguiendo una estrategia apropiada, el resultado debería ser un incremento del número de seguidores de forma exponencial, pero con una curva de crecimiento natural.

Las ventajas de tener muchos seguidores en Instagram

Las cuentas con muchos fans tienen una prioridad alta en el rating de la plataforma. Las interacciones, como los likes y los comentarios, también son tomados en cuenta, y, de hecho, también se pueden comprar.

Por otro lado, tener un crecimiento aparentemente normal pero ligeramente superior al de la media de los perfiles, hace que los usuarios reales vean el perfil como una autoridad. Es bastante simple: si un negocio está ganando tanta popularidad en las redes sociales es porque lo está haciendo bien.

Además, los seguidores son una manera muy sencilla y económica de conseguir publicidad por internet. Los usuarios que ven una cuenta acerca de algo que les interesa y con un gran número de seguidores, tienden a seguirla también y recomendarla, es una especie de bola de nieve que es imparable si se hace bien.

¿Por qué funciona tener muchos seguidores?

Además de dar una sensación de seguridad y autoridad en los clientes potenciales, los mismos van a tender a recordar el perfil. De forma inconsciente, los usuarios guardan con más recelo la información que más les impacta, y se convierte en algo normal que ellos mismos acudan a un perfil con gran comunidad de Instagram para solventar una necesidad.

Los usuarios de internet tienden a sectorizarse con facilidad, lo que implica que establecer un público objetivo es vital en Instagram. Los usuarios reales van a tener ganas de seguir las mismas cuentas que los perfiles con los que comparten características demográficas, como la localización y la edad, aparte de los gustos particulares.

Por otro lado, la interconexión que existen en las redes hace que los usuarios hablen más de un perfil que les interese, en más de una red social. Como consecuencia, se vuelve sencillo crear un público en dicha red. Este caso es especialmente fácil entre Instagram y Facebook, por lo que se reduce mucho la inversión de dinero y tiempo, para publicidad en la segunda plataforma.

La dinámica dentro de la plataforma

En Instagram, las personas tienden a comentar y hacer una publicación si les impactó un producto o servicio que probaron. Es por ello que se obtiene publicidad de una forma que se considera gratuita, cuando generalmente hay que pagar un importe en otras plataformas para que otros perfiles en el mismo nicho hagan lo mismo.

Sin embargo, solo se puede llegar a este punto si hay personas interesadas en probar lo que vendes. El interés surge de forma natural al ver que hay mucha gente, aunque sean seguidores comprados, reaccionando a las publicaciones de un perfil que les interesa, esto atrae a su vez más seguidores reales. Entonces, no está de más adquirir reacciones como sociales en Instagram como estrategia complementaria si se puede hacer.