El tiempo casi veraniego que está predominando estos días y que invita a llenar las playas de la Costa del Sol se mantendrá al menos hasta el domingo. Esa es la previsión que maneja el Centro Meteorológico de Málaga, según ha explicado el director, José María Sánchez-Laulhé. La sensación de calor que persiste responde principalmente al viento de ponente -terral-, que podría soplar durante miércoles, jueves y viernes, lo que disparará las máximas hasta los 29 ó 30 grados, aunque no se descarta que se alterne con el de levante. Las mínimas, que también se consideran poco habituales en esta época del año, oscilarán entre los 18 y 20. 

Aunque las temperaturas tienden a ascender a medida que se acerca el verano, todavía no se cree que el calor haya llegado para quedarse. Pese al pico experimentado estos días, la previsión, en palabras del responsable del Centro Meteorológico, es que las temperaturas tiendan a normalizarse a partir de la próxima semana, con máximas de unos 24 grados, que es más habitual en el mes de mayo. 

Después de un mes de abril inestable, que dejó precipitaciones generalizadas durante la Semana Santa, cuando hubo que retrasar o incluso suspender varios desfiles procesionales, no se espera que vuelva a llover en los próximos días. No obstante, predominarán los intervalos nubosos de tipo alto.

El fin de semana, Málaga rebasó, por primera vez en lo que va de año, los 30 grados de temperatura por el viento de poniente. Según explicaron desde el Centro de Meteorología de Málaga, el termómetro en el aeropuerto malagueño ha marcado 31,6 grados, si bien en el puerto la máxima ha sido de 26,9 grados por la cercanía del mar.

En el resto de la provincia la jornada fue también prácticamente veraniega, al superar los 27 grados en Marbella y Antequera y los 25 grados en Vélez Málaga y Ronda. Eso viene permitiendo que las playas estuvieran con un alto nivel de ocupación, así como los restaurantes de buena parte de la provincia por la celebración del Día de la Madre.