Málaga

Una tradición de siete dolores

  • Comienza el septenario de Servitas, uno de los más antiguos de la ciudad Su prior, Carlos Jiménez, analiza las particularidades y funcionamiento de esta mítica orden

De austeridad castellana pero malagueña de vida y alma la Orden Tercera de los Siervos de María Santísima de los Dolores custodia uno de los septenarios más antiguos de la ciudad. Este viernes (20:00 horas) se celebrará el primer dolor, La profecía de Simeón, y tras él se sucederá el resto cada semana hasta culminar el propio Viernes Santo. A pesar de que la agenda de cultos se prolonga, el día a día de la Cuaresma para esta institución seglar se basa en la normalidad de lo cotidiano en estas fechas. Así lo explica su prior Carlos Jiménez: "Espero que nuestra Cuaresma no sea distinta a la de cualquier cristiano". "Es cierto - continúa - que nuestro septenario es más largo en el tiempo pero ya está. El último día es el propio Viernes Santo y antes de la procesión se reza el sermón de la soledad por lo que nuestro fin el Viernes Santo no es tanto el salir como el celebrar el séptimo dolor".

Desde la Orden, afincada en la iglesia de San Felipe Neri, tienen claro que su principal objetivo, amén del culto a la dolorosa de Fernando Ortiz, es la formación de sus miembros pero no por eso están aislados de la realidad cofrade. "No estamos al margen. No hacemos carteles, no hacemos pregones pero no nos agrupamos porque no somos una cofradía no por ser distintos. La mayoría de los Servitas son de otras cofradías", apunta.

"La que va la última sola", "la que le apagan todo"... Son algunas de las maneras populares que se escuchan para referirse a la procesión de Servitas. ¿Se reconoce pero se desconoce? "Al público le llama la atención. Sí es desconocida en cuanto al funcionamiento porque se pensaba que era como una secta en la que entraban determinadas familias. Y eso no es así. Todo el que esté dispuesto puede ser servita. Me han llegado a decir - narra el Carlos Jiménez - que se hacían misas oscuras en la cripta. La gente la conoce pero es cierto que la ve con cierta lejanía".

Más allá de lo que ocurre dentro del templo, de puertas hacia fuera, la crisis no se está cebando demasiado y esto hace que puedan seguir colaborando tanto con su parroquia como con las obras misioneras que tiene la Orden.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios