Paradójicamente el año 2011 no pasará a la historia portuaria malagueña por su actividad marítima y sí por haber sido el año de la inauguración del Palmeral de las Sorpresas y del centro comercial del Muelle Uno. Ante esta realidad que ha abierto una buena parte del recinto portuario a la ciudadanía, la verdadera actividad comercial de los muelles ha quedado eclipsada por las múltiples obras que han culminado un largo proyecto (Plan Especial del Puerto) que ya en la década de los 80 planteó el Ayuntamiento y que tras ser aprobado en 1996 por el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria malagueña hoy es ya una realidad.

Pero con independencia de esta circunstancia, y entrando en lo puramente marítimo, 2011 dejará un regusto agridulce en lo que a la actividad comercial se refiere. Tras la apuesta que el puerto malagueño hacía años atrás por los buques turísticos y los contenedores, el tráfico sucio, el referido a los graneles, camina en Málaga hacia su total desaparición. Con tímidos movimientos de cemento, aceite y dolomita, fundamentalmente, la carga y descarga de estas mercancías, aun alcanzando porcentajes estimativos algo mejores que en 2010, no ha promediado en 2011 un balance aceptable que permita pensar en el resurgimiento de estos tráficos. La crisis internacional y las nulas inversiones que el puerto ha realizado en los muelles destinados a estas operaciones evidencian el abandono de un tráfico que hasta hace algo más de una década era de vital importancia para el puerto malagueño. Con la salida por mar de una grúa móvil que en julio de 2011 fue vendida a la terminal malaya de Bintulu y con la desaparición en 2010 de una tolva ecológica y otra gran grúa, las infraestructuras destinadas a la carga sucia evidencian el muy escaso movimiento existente. Pero aunque los barcos que suelen transportar este tipo de mercancías se han visto poco por Málaga realizando sus habituales operaciones de carga y descarga, sí que se han visto muchos barcos llegados para efectuar diversas labores de reparación. La empresa de construcciones y reparaciones navales Mario López, aprovechando una coyuntura en la que muchos buques tienen dificultades para conseguir cargas, finaliza el año 2011 con unas muy buenas cifras. Diez barcos entrados en dique y 18 reparados a flote constituyen los números de esta empresa, que con la ampliación del dique Andalucía podrá acometer reparaciones de buques de hasta 150 metros de eslora.

Aunque 2011 también podría ser recordado por la esperpéntica intentona de salida del Santisima Trinidad o por la fantasmagórica imagen del pesquero ruso Tralmeyster Mogutov, que llegó para ser reparado y se marchó como vino, la verdadera historia portuaria de 2011 es, sin duda, la del capitán Kostas y su vida a bordo del abandonado Arhon; una historia que constituye independientemente de obras y tráficos uno de los hitos portuarios más cargado de dureza y humanidad que el puerto de Málaga ha vivido en los últimos años.

Y si los movimientos de graneles no han destacado en 2011, sí lo ha hecho y de una forma un tanto extraña el tráfico de contenedores. Tras expirar el 31 de marzo el acuerdo que vinculaba a Maersk Line con la terminal malagueña, el futuro a corto y medio plazo se tornaba por aquellas fechas muy complicado. Tras varias intentonas para salvar la situación, y con la voraz competencia tangerina, el puerto de Málaga veía cómo una de sus grandes apuestas comerciales se desmoronaba. Paradójicamente y debido a una serie de problemas laborales experimentados en las terminales del norte de África, el movimiento de contenedores se saldó al terminar el 2011 con unas cifras espectaculares. Frente a los 304 buques que atracaban en 2010 en el muelle número nueve, en 2011 la cifra estimada de portacontenedores llegados a la terminal malagueña rondó los 500. Al respecto de teus movilizados, si en 2010 se contabilizaban 328.436, 2011 finaliza con unos números que ascienden a 480.000; un volumen de tránsito internacional fundamentalmente donde hay que incluir los teus que semanalmente la compañía Wec Lines mueve en operaciones en línea regular de importación-exportación para Málaga.

Estas exitosas cifras no acompañan a las del tráfico de coches que también se realiza en el muelle número nueve. Mientras que el año 2010 27 buques transportaban 14.024 unidades, en 2011 23 Car Carriers movilizaban apenas 6.600. Con estos números, Noatum Container Terminal Málaga, que hasta mediados de 2011 operaba con la marca Terminales del Sudeste, pronostica que el puerto malagueño mantendrá durante el primer trimestre de 2012 un volumen medio mensual de unos 30.000 teus; unas cantidades que podrían aumentarse considerablemente si finalmente se consigue fidelizar a una compañía para que use la terminal de Málaga en sus operaciones de tránsito internacional, circunstancia ésta en la que están muy implicados todos y cada uno de los actores participantes en estos tráficos, ofreciendo todo tipo de facilidades para que este hecho, en breve, se convierta en una realidad. Al respecto del movimiento de vehículos, la previsión no se aleja mucho de los números que se han movido en 2011.

Y si el titular de los contenedores en 2011 muy bien podría ser el de exitosamente extraño, los mismos calificativos podrían aplicarse al tráfico crucerístico. Con 310 escalas de buques de crucero al uso, más una de un pequeño yate con turistas que oficialmente aparece reflejada en las estadísticas anuales, la totalidad de los 311 atraques crucerísticos realizados por 102 buques diferentes, reflejan 11 escalas menos que en 2010; un hecho muy poco significativo que no empaña para nada el magnífico año de barcos de turistas llegados Málaga. Con la puesta en funcionamiento en el mes de mayo de la terminal A (la correspondiente al muelle norte), la estación marítima de cruceros ha trabajado al 100% de sus capacidades en diferentes operativas turísticas con pasajeros tanto en tránsito como en embarques y desembarques parciales o totales.

Pormenorizando algunas cifras, 18 buques han visitado por primera vez Málaga, y las dos compañías que más han frecuentado las instalaciones crucerísticas malagueñas han sido Royal Caribbean, con 46 escalas realizadas por seis barcos diferentes y Costa Cruceros, que con 11 buques escalaba en 44 ocasiones. Operando con salidas y llegadas en viajes redondos, tres han sido las navieras que con regularidad han usado las instalaciones de los muelles de Levante, mientras que otro pequeño grupo de compañías, de forma puntual, han tenido a los atraques turísticos malagueños como cabecera y final de viaje. Con la nota negativa de no haber realizado consumo barco a barco como se probaba en 2010, esta circunstancia sigue siendo el gran freno a la hora de que la estación crucerística malagueña pueda ofertar un servicio integral a todos sus potenciales clientes.

Pero independientemente de esto, el éxito del tráfico de cruceros en Málaga significa el asentamiento definitivo del sector; algo que, aun habiendo bajado mínimamente el porcentaje de los turistas que han pasado por las estaciones marítimas con respecto al 2010, no desmerece la enorme labor que desde el puerto o desde fuera de él se está haciendo. Un año el 2011 que podríamos calificar como sorprendente, y en el que las infraestructuras lúdicas en el puerto, aunque no portuarias, sorprendentemente, han estado muy por encima del negocio de la mar y los barcos.