El Cercanías al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) vuelve a escena y lo hace justo en la víspera de la campaña electoral. La primera en poner sobre la mesa la cuestión es la candidata del PSOE a la Alcaldía, María Gámez, que fue clara sobre la necesidad de prolongar la línea ferroviaria hasta la tecnópolis, al tratarse de uno de los puntos "más negros" en materia de movilidad. "Será la mejor forma y la más viable para resolver los problemas de movilidad que dañan la imagen de los miles de empresarios que llegan a hacer negocio al parque tecnológico", destacó.

El discurso ahora expuesto por Gámez, que hasta hace apenas unos días era la principal representante de la Junta de Andalucía en la provincia, contrasta con el olvido al que tanto el Gobierno andaluz como las administraciones estatal y local han sometido durante años esta infraestructura, reclamada de forma reiterada por los responsables del PTA ante los graves problemas de acceso al que se han enfrentado los alrededor de 15.000 trabajadores. Muestra de la nula atención que se ha prestado a este proyecto es que ni el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), dependiente del Ayuntamiento, ni el Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración Urbana de Málaga (Potaum), que corresponde a la Junta, fijan reserva alguna de suelo que garantice el desarrollo de esta infraestructura.

No obstante, en los últimos años del silencio se ha pasado a una creciente presión por parte, primero, del Pleno municipal, que ha aprobado varias iniciativas reclamando al Gobierno que actúe en esta materia, y del Gobierno andaluz, que en reuniones recientes han expuesto ante Fomento la necesidad de dar respuesta al PTA. A pesar de ello, el nivel de compromiso por parte del departamento encabezado por José Blanco no permite vislumbrar un horizonte claro para la prolongación de la línea C2, Málaga-Alora, hasta la zona de Campanillas. De hecho, oficialmente, desde Fomento se limitan a señalar que se trata de un asunto que está siendo estudiado. Lo que no desvela es si esta disposición se está traduciendo en documentos concretos.

Expertos consultados por este periódico son claros al defender de esta actuación y recuerdan cómo recientemente en Sevilla se ha inaugurado una nueva línea de Cercanías, la L5, Sevilla-Benacazón, cuyo coste ha ascendido casi a 53 millones de euros, cifra superior a la que necesitaría la prolongación de Cercanías al PTA (un estudio realizado por la tecnópolis cifraba en unos 42 millones la construcción del ramal), con un beneficio social que repercutiría en unas 20.000 personas cada día.

El déficit que del PTA en materia de comunicaciones es mayor si se tiene en cuenta que la Junta ha desechado la idea de extender la línea 1 del Metro hasta la tecnópolis, aduciendo un problema evidente de saturación en horas punta. La explicación, como señaló el director del suburbano, Enrique Salvo, meses atrás, es clara: "Las inversiones en Cercanías, tanto por capacidad de movimiento del personal como por el tiempo que invertiría, parecen las más razonables; estaríamos hablando de 15 minutos desde la estación María Zambrano hasta el PTA".