La Policía Nacional, en una operación conjunta con la Agencia Tributaria, han aprehendido 2.500 kilos de cocaína que transportaba un velero interceptado al norte de las Islas Azores tras un abordaje realizado por agentes de Policía Nacional y una dotación de asalto del buque Petrel de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria. La operación Midas-Ballestrinque ha permitido desarticular una organización contrabandista afincada en el área de la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar. Mediante un dispositivo combinado en mar y tierra se ha procedido tanto a la detención de los dos tripulantes de la embarcación, como de otras tres personas en localidades malagueñas, entre las que se encuentra el líder.

Es la cuarta organización criminal dedicada a la introducción de cocaína en España, desarticulada desde julio en la Costa del Sol. En conjunto, a estas cuatro bandas se les ha incautado tres toneladas y media de clorhidrato de cocaína, según informaron desde la Comisaría.

La Policía inició la investigación a finales del año 2019, como consecuencia de las labores de inteligencia efectuadas en torno a las infraestructuras portuarias, así se detectó a individuos previamente investigados por su vinculación con el transporte marítimo de cocaína a través de embarcaciones, principalmente veleros.

Las pesquisas condujeron al conocimiento de la existencia de una organización criminal asentada en el Campo de Gibraltar y Costa del Sol dedicada a la introducción de estupefaciente a través de embarcaciones.

La organización estaba siendo investigada tanto por la Agencia Tributaria, como por Policía Nacional, lo que llevó a acordar en el CITCO la investigación conjunta por parte de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Policía Nacional en Málaga y Canarias.

Varias averías obligan a conseguir otro velero

En el comienzo de la operación, desarrollada en colaboración con la NCA británica, el MAOC (Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico), OFAST Francia, DEA, DIRAN Colombia y Policía de Países Bajos, diversas averías en el barco inicialmente elegido obligaron a la organización criminal a conseguir otro velero que se encontrase en estado óptimo de navegación para la realización de la operación que iban a llevar a cabo, lo que les obligó a adquirir en las Islas Canarias un velero que partió hacia el Caribe.

El desarrollo de la investigación apuntó a que, en un momento dado, el barco habría cargado cocaína e iniciaba el camino de regreso para introducir la mercancía en España. Así, se solicitó autorización al país de abanderamiento de la embarcación sospechosa (Alemania) para su abordaje antes de que pudiera trasbordar la droga.

Las condiciones meteorológicas eran extremadamente adversas y el momento del abordaje tuvo que retrasarse porque el Atlántico Norte estaba afectado por el huracán Sam, de categoría 4 y con olas de más de 9 metros. Simultáneamente se produjo la detención de tres integrantes de la organización, incluido el jefe, así como el registro de sus domicilios en Mijas y Fuengirola.

Según las pesquisas, lancheros habrían contratado en Marbella la entrega de parte del transporte del estupefaciente, que albergaba el Goldwasser, hasta las costas gallegas, donde una porción de la mercancía sería enfriada, hasta la entrega a los destinatarios.