Mañana a las 12:07 horas dará comienzo oficialmente la estación más esperada y este año lo hará con una buena noticia puesto que los pantanos malagueños afrontan el verano con la mayor reserva hídrica en tres años. Sin ser una situación ideal, el volumen de agua embalsada es suficiente para hacer frente a la demanda de los meses de mayor consumo con cierto desahogo en contraste con las restricciones que han sufrido principalmente los agricultores en los veranos anteriores.

Desde 2015, cuando en estas mismas fechas los siete embalses de la provincia acumulaban 438 hectómetros cúbicos, no se había dado la bienvenida a la época de más calor con una reserva hídrica superior a los 400 hectómetros cúbicos. Este año, según los datos de la red Hidrosur que gestiona la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, la provincia lo hace con un total de 419 hectómetros cúbicos gracias a las intensas lluvias caídas durante los pasados invierno y primavera y que aliviaron una sequía agudizada desde hace varios años en la mayoría de los pantanos.

De hecho, hace un año el agua embalsada era de apenas 304 hectómetros cúbicos entre los siete. Algo muy parecido ha ocurrido en los tres últimos años. El año pasado la situación era especialmente grave ya que el volumen de agua embalsada era inferior incluso al de junio de 2009, el peor de los tres años que duró el último periodo seco. Desde 2008, por tanto, el comienzo de la temporada estival no había sido tan escasa en lo que a agua se refiere en la provincia. En esta misma época hace nueve años los pantanos malagueños almacenaban unos 211 hectómetros cúbicos, un dato relativamente mejor que los 170 con los que se empezó el verano de 2007, el más dramático de la anterior sequía.

Pero el verano de 2016 tampoco empezó muy desahogado en lo a agua se refiere porque apenas había acumulados 331 hectómetros cúbicos. Anteriormente a esa fecha, la situación fue diferente. Salvo en 2014 y 2015, en los que el verano comenzó con 440 y 495 hectómetros cúbicos en los pantanos respectivamente, desde 2010 el inicio de la temporada de mayor consumo se ha afrontado con tranquilidad sobrada. De hecho, en 2013 los pantanos acumulaban a finales de junio 605 hectómetros cúbicos, la mayor cantidad de agua nunca antes vista en esas fechas. Ocurrió prácticamente lo mismo en 2011 cuando el volumen de reservas hídricas embalsadas era de 602 hectómetros cúbicos en estas mismas fechas tras un invierno muy lluvioso.

Además de por las reservas de agua, este verano también será tranquilo en la provincia de Málaga por otra cuestión: las temperaturas. Si la información que arrojan los principales modelos predictivos se cumplen, la estación estival se caracterizará este año por ser "más suave" que los últimos siguiendo la tendencia que se mantiene desde hace meses debido a una situación anómala motivada por la sucesión de depresiones aisladas.

El director del Centro Meteorológico de Málaga, José María Sánchez-Laulhé, explicó que en general será un verano "normal" y, aunque se podrían producir capítulos de temperaturas altas, "no se espera una situación persistente de calor", a diferencia de lo que si parece que ocurrirá en el norte de España.