Málaga

Las viviendas turísticas cierran agosto con una ocupación del 80% en Málaga

  • El sector considera que está siendo un verano “raro” en el que no se están cumpliendo las previsiones iniciales

  • La cancelación de la Feria de Málaga ha supuesto “pérdidas importantes” en la facturación

Un grupo de turistas en una visita guiada por el centro de Málaga.

Un grupo de turistas en una visita guiada por el centro de Málaga. / Marilú Báez

El verano se marcha dejando atrás un sabor agridulce en los propietarios de las viviendas turísticas en Málaga. Está claro que con el recuerdo todavía en la memoria de cómo fue para el turismo en general el 2020, en el que las restricciones a los desplazamientos limitaron al máximo las posibilidades de viajar, no puede decirse que este haya sido un verano malo. Pero tampoco ha llegado a cumplir las expectativas del sector, que tenía firmes esperanzas de recuperar los números previos a la pandemia.

Con los datos de agosto ya en la mano, el presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (Avva), Carlos Pérez-Lanzac, afirma que ha sido un verano “enrarecido”. En términos de ocupación media, el mes de julio cerró con un 73%, agosto –época vacacional por excelencia– se ha comportado algo mejor y se despide con un 80%. “Comparado con el año pasado que fue del 65% es una buena mejora, pero a pesar de todo no es el resultado de un verano normal que se llena en el mes de agosto”, señala Pérez-Lanzac.

La cancelación de la Feria de Málaga perjudicó estos números, y no solo por el detrimento en las reservas, sino sobre todo porque afectó al precio medio, que aunque comenzó a recuperar los valores prepandémicos en julio y principios de agosto, se quedó estancado al no celebrarse las fiestas de la capital. “Al no tener la semana de Feria que es la más importante del año se ha producido una pérdida importante en la facturación”, explica y lamenta que “son pérdidas que no se van a recuperar”. Cabe recordar que los datos de Avva hablan de más de 1.000 millones de euros en pérdidas a nivel de Andalucía por la pandemia.

En definitiva, “el balance es mejor que el año pasado”, resume el presidente de Avva, que destaca que Málaga capital, Marbella en la costa occidental y Nerja en la oriental, son las zonas que mejor comportamiento han presentado. No obstante, en los propietarios de viviendas turísticas crece la preocupación por la “excesiva” dependencia de la última hora. “Hemos tenido familias con niños que han reservado con dos días de antelación. Y no escapadas, sino estancias de cuatro o cinco días”, comenta.

A estas altura no hay previsión de reservas más allá de septiembre, según los datos de Avva

Como consecuencia de esto se mantiene todavía “muchísima volatilidad e incertidumbre”. Tanto es así que, según precisa el presidente de Avva, “no hay previsión de reservas para después de septiembre y es ahora mismo cuando se está vendiendo septiembre”. Lo normal por estas fechas sería estar ocupando la Semana Santa del año que viene, incluso recibir las primeras reservas de extranjeros para el verano de 2022.

Otra de las cosas que hace que este haya sido un verano “raro” es la gran dependencia del turista español. En condiciones normales Andalucía absorbe el 45% de la demanda nacional de viviendas turísticas y su peso se ha hecho evidente esta temporada como también ha sucedido con los hoteles, donde el turismo nacional ha supuesto el 63% de los cerca de 1,9 millones de pernoctaciones registradas en julio, según los últimos datos publicados por el INE.

En cuanto a los mercados internacionales, para las viviendas turísticas los más importantes suelen ser el francés, holandés e italiano. Este año los primeros han mejorado su comportamiento y su presencia se ha visto incrementada, pero los demás apenas se han dejado notar.

Con respecto al británico, según explica Pérez-Lanzac, las pernoctaciones en viviendas turísticas no tienen una dependencia tan alta de este cliente como sí pasa con los hoteles, ya que no trabajan con touroperadores. Aún así, reconoce que también se les ha echado en falta en el segmento de turismo residencial.

Por otro lado, al mismo tiempo que se han impuesto las reservas de última hora, se ha alargado la estancia media. La mayoría buscan alojamiento para una semana o 14 días, también destacan las reservas de 5-6 días y, por último, están aquellos que se quedan 3-4 días.

Desde Avva valoran que lo bueno de esto es que “se está teniendo un mayor impacto económico al permanecer más días”, recordando que este tipo de clientes invierte seis de cada diez euros que gasta en el comercio, restauración y otros negocios de proximidad como los rent a car. “Sabemos que es un cliente valioso y a nivel de reactivación de la economía, eso sí ha sido positivo”.

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