Una de las actividades de ocio cuya demanda crece en esta época es la de avistamientos de cetáceos en las costas andaluzas. A pesar de que estos animales pueden verse en varios puntos, son el Estrecho de Gibraltar y los alrededores de la Isla de Alborán los idóneos para contemplar a estos animales. La Red de Información Ambiental de Andalucía, a partir de los datos de los equipos de seguimiento del medio marino de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, ha puesto a disposición de los apasionados de esta actividad una completa cartografía de estos cetáceos.

Las especies que más se observan en el paso entre el Atlántico y el Mediterráneo son los delfines, entre los que destacan el delfín común, el listado y el mular; los calderones, representados por dos especies, el común y el gris; y las ballenas, como el cachalote, la yubarta o el rorcual común. El delfín común, el listado y el mular pueden verse durante todo el año en el Estrecho. Es frecuente que el delfín listado se mezcle con la población del delfín común, la cual se encuentra hoy en peligro de conservación en la zona del Mediterráneo.

Unas 12 ó 15 familias de calderones comunes son habituales en la unión natural de las dos masas de agua que bañan las costas andaluzas. Esta especie, cuyo estado de conservación no está en riesgo, puede llegar a medir hasta seis metros y pesar en torno a tres toneladas y media, en el caso del macho.

Los avistamientos de los cachalotes aumentan desde abril hasta agosto en el Estrecho, aunque pueden verse durante todo el año. Esta especie es la de mayor tamaño de la familia de los odontocetos. Los machos alcanzan los 18 metros de largo y pesan 50 toneladas.

El segundo cetáceo más grande, después de la ballena azul, que pasa por el Estrecho de Gibraltar en sus migraciones entre el Atlántico y el mar Mediterráneo, es el rorcual común y su conservación está en estado crítico, por lo que su presencia es poco frecuente. Las orcas son otros de los animales de los que disfrutar en un avistamiento marino. Son los delfines de mayor tamaño y los machos pueden medir hasta los 10 metros, además de tener una aleta dorsal alta de 1,8 metros de largo. La orca es un nadador veloz, pero no tan ágil como su presa, el atún. Su presencia en el Estrecho de Gibraltar se limita a los meses de julio y agosto.

El estado de conservación de estas especies marinas es de vital importancia para disfrutar de la naturaleza. Así, el informe del Programa de Gestión Sostenible del Medio Marino Andaluz de 2012 alerta de la mortandad de éstas. El documento advierte del impacto de las causas humanas, especialmente la pesca, en la muerte de cetáceos en Andalucía. Este informe, que no incluye datos del litoral almeriense del año pasado, indica que un 16% de las 232 necropsias realizadas a cetáceos en la comunidad desde 2008 hasta 2012 confirmaron que su muerte se debió a causas humanas. Las capturas accidentales parecen constituir una amenaza sobre todo para el delfín común, el delfín listado y el mular.

Además de la importancia ecológica de cara a la conservación de estas especies, el avistamiento de cetáceos en Andalucía genera un volumen de negocio de unos siete millones de euros al año, según un estudio realizado por la Asociación de Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos (Circe). Desde que naciera la primera empresa del sector en Tarifa en 1996, cerca de 40 organizaciones se dedican a esta actividad marina en Andalucía, que atrae a 70.000 turistas cada año.

Turmares, una de estas empresas, ofrece dos rutas distintas. Una de ellas, de dos horas de duración, se desplaza hasta la zona central del Estrecho en busca de delfines y calderones. Esta excursión se realiza todo el año y tiene un precio de 30 euros para los adultos y 20 euros para los niños de entre cuatro y 14 años. La segunda salida llega hasta la zona oeste del Estrecho, cerca de Tánger, para ver orcas, "aunque también se pueden ver ballenas o delfines, según la suerte que tengamos", afirma el director ejecutivo de Turmares, Andrés Anciaes.

Por su parte, Aventura Marina organiza una excursión de tres horas para contemplar orcas. "Estas especies son más difíciles de ver porque no se acercan tanto a Tarifa. Sólo vienen para comer atún", explica Laura González de Aventura Marina. Los precios de esta actividad son 45 euros para los adultos y 25 euros para niños. Una experiencia única más cerca de casa de lo que uno piensa.