Economía

La vivienda turística tira del teletrabajo y del alquiler tradicional para subsistir en Málaga

  • Un 15% de la oferta se dedica ahora al arrendamiento de larga duración

  • Málaga empieza a captar personas que vienen a trabajar aquí durante unos meses por la pandemia

Varios turistas en una vivienda antes de la pandemia en Málaga capital.

Varios turistas en una vivienda antes de la pandemia en Málaga capital. / Javier Albiñana (Málaga)

Tener una vivienda destinada al alquiler turístico no es ahora un buen negocio por la sencilla razón de que no hay turistas. Tras unos años de auge e ingresos fáciles y rápidos, miles de propietarios de estos inmuebles han tenido que cambiar de estrategia y, en la mayoría de los casos, están optando por hacer alquileres de temporada -por un máximo de 11 meses- o indefinidos, es decir, el arrendamiento tradicional a una persona o familia por un tiempo superior a un año que puede prolongarse sine die si ambas partes están satisfechas.

Carlos Pérez Lanzac, presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA), señala que “hay mucha gente que se está refugiando en otro tipo de alquileres” y detalla cuál es la situación actual. Indica que hay dos tipos de propietarios: el que tenía una vivienda y la explotaba desde el punto de vista turístico y el que poseía una vivienda pero no había llegado a alquilarla nunca a turistas. Estos últimos -que según Pérez Lanzac representan en torno al 40% de la oferta total en Málaga capital- habían pedido la licencia turística “por miedo a que posteriormente hubiera moratorias o limitaciones o bien para que fuera un mayor reclamo de venta a escala inmobiliaria”, expone el presidente de AVVA.

De toda la oferta existente, operativa o no, Pérez Lanzac afirma que en torno a un 15% se está destinando ahora directamente a larga temporada “y es algo que vemos con buenos ojos porque son viviendas que se habían incorporado al mercado pero que no tenían valor para el turista por su ubicación o sus características”. Hay otra parte que se está alquilando por un periodo máximo de 11 meses para recuperarla en caso de que se solucione la crisis sanitaria y el turismo recobre su fuerza habitual. Y hay otra que, simplemente, se ha quedado en barbecho, es decir, que se ha quedado vacía a la espera de que cambie el viento porque sus propietarios no tienen una imperante necesidad económica, porque no quieren hacer otro tipo de alquileres o porque va a ser utilizada por ellos mismos u otros.

El mercado turístico está muerto y, según el presidente de AVVA, la ocupación media en este tipo de viviendas apenas está siendo del 20%. Hay algo más de movimiento del turismo andaluz y nacional en los puentes o los fines de semana, aunque ahora se está a verlas venir con las consecuencias que puedan derivar del nuevo estado de alarma, los toques de queda y los confinamientos. No obstante, Pérez Lanzac sí subraya que están alquilando casas a personas españolas o extranjeras que se están viniendo a Málaga a teletrabajar para pasar en esta ciudad los meses que quedan de pandemia. “Suelen ser personas de entre 30 y 40 años”, expone.

Esa captación de trabajadores en remoto que prefieren estar en Málaga que en su ciudad o país natal es una de las oportunidades que tiene este sector para reactivarse. Pérez Lanzac opina que también tienen posibilidad de crecer gracias a la capacidad de desestacionalización de las viviendas turísticas -atraen a clientes todo el año y no solo en verano-; a la sensación de seguridad y privacidad que le puede dar a un turista -solo o en familia- alojarse en una vivienda en lugar de un hotel; y al hecho de que Málaga es una de las zonas más aclamadas por el turismo nacional y extranjero para comprar una vivienda y, en muchos casos, hay personas que alquilan una vivienda turística unos meses antes para hacer la búsqueda de inmuebles y conocer los barrios y las zonas.

El mercado ha cambiado de forma radical. Antes de la pandemia era muy difícil encontrar una vivienda de alquiler para larga temporada porque la mayoría se dedicaban al turístico. Había más demanda que oferta. Ahora se han igualado oferta y demanda e incluso es posible que haya más oferta que demanda. Un informe de Idealista publicado el pasado lunes indicaba que la oferta de viviendas en alquiler se había incrementado un 141% en Málaga entre marzo y octubre.

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