La Policía Nacional ha propuesto para sanción a cuatro youtubers que accedieron días atrás sin autorización al antiguo edificio de Correos en Málaga capital malagueña, que se encuentra en la actualidad cerrado al público. Tras la difusión de unos vídeos en Internet en los que aparecían unos jóvenes dentro de las instalaciones, agentes del grupo de Ciberdelincuencia de la Comisaría Provincial de Málaga han identificado plenamente a los titulares de las cuentas, dos varones de 24 y 26 años, a través de las que subieron las imágenes, y a sus acompañantes.

Así, la Policía ha levantado, por cada uno de ellos, un acta-denuncia por supuesta infracción a la legislación sobre Protección de la Seguridad Ciudadana, según informaron ayer desde la Comisaría provincial de Málaga. Los investigadores entiende que los hechos que han sido denunciados tendrían cabida en el artículo 37.7, que alude a “la ocupación de cualquier inmueble, vivienda o edifico ajenos, o la permanencia en ellos, en ambos casos contra la voluntad de su propietario, arrendatario o titular de otro derecho sobre el mismo, cuando no sean constitutivas de infracción penal”.

Las denuncias han sido elevadas a la Subdelegación del Gobierno en Málaga, autoridad competente para resolver los procedimientos administrativos y dictaminar, en su caso, la gravedad de la infracciones. Las infracciones muy graves se sancionarán con multa de 30.001 a 600.000 euros; las graves, con multa de 601 a 30.000 euros; y las leves, con multa de 100 a 600 euros.

Respecto al edificio de Correos, cabe recordar que en agosto, ocho meses después de que un magnate israelí lo comprase en subasta pública por 23,5 millones, el futuro destino del inmueble seguía en el aire. Desde que se formalizase la enajenación habían sido cuatro las reuniones mantenidas por representantes del empresa y la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga.

A pesar de los interrogantes evidentes sobre los planes de la promotora, el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, consideraba entonces que la pretensión final es la de convertir el edificio en un hotel, propuesta que encajaría con los deseos que desde hace años viene exponiendo el Consistorio.