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Explorando otras fórmulas

  • Al-Thani, ante la posible marcha de Husillos, estudia dar plenos poderes al nuevo técnico

  • Recomiendan al presidente apostar por Muñiz como hizo Sanz en su día

Juan Ramón López Muñiz, Fernando Sanz y Fernando Gaspar, en la presentación como técnico del asturiano.

Juan Ramón López Muñiz, Fernando Sanz y Fernando Gaspar, en la presentación como técnico del asturiano. / m. h.

Quiera o no quiera, mande quien mande, el Málaga tiene que reinventarse. Y ahora mismo está en la búsqueda de nuevas fórmulas ante el panorama que se le presenta. Porque Mario Husillos está estudiando su salida de la entidad y el club se queda huérfano de director deportivo en plena planificación. El argentino tiene decidido dimitir tras la negativa del presidente, Abdullah Al-Thani, a aceptar su apuesta para el banquillo, Lucas Alcaraz. Desde la entidad la postura oficial es que no hay nada aún al respecto, pero los movimientos indican otra cosa. El Málaga se mueve.

Al-Thani no confía ya en prácticamente nadie en el seno de la entidad (ahora mismo tiene más fe en Ben Barek, Benítez y Martín Aguilar que en cualquiera) y parece dispuesto a dejar la vacante libre y que otros se repartan sus funciones. Al menos, eso es lo que quiere a día de hoy, algo que, sabiendo cómo es el presidente, mañana puede dar un giro y convertirse en otra cosa.

Pero estando el tablero así, el Málaga quiere y necesita a un entrenador que pueda asumir más funciones. Cuando consulta, a Al-Thani le indican el nombre de Juan Ramón López Muñiz. Ya ejerció la dualidad de puestos en su primera etapa en el Málaga, donde llegó procedente del Marbella como apuesta personal de Fernando Sanz. Su legado fue una permanencia, un ascenso y una serie de futbolistas que aumentaron el patrimonio deportivo blanquiazul. Su eficacia en ese sentido está más que probada.

Pero de que sea una opción a que vaya a aceptar, hay un trecho. Husillos ya tanteó a Muñiz hace unas semanas y no llegaron a un entendimiento. El técnico asturiano -que está al corriente de casi todo lo que sucede en el día a día del Málaga- necesita plena confianza en el proyecto, no sólo a nivel de césped, también de entidad. No toleraría ciertas injerencias en sus funciones y querría poder cocinar su Málaga a medio-largo plazo.

Muñiz es un enfermo de la organización y no es la austeridad un problema para él, ya trabajó en peores circunstancias cuando llegó a Martiricos. Pero sin saber lo que hay debajo de las alfombras, difícilmente se arriesgaría a coger el Málaga. No se puede olvidar que la plantilla actual está sobredimensionada en cuanto a sueldos y la realidad de Segunda obliga a desprenderse de muchas piezas. No se avecina un verano sencillo ni mucho menos. Además, el asturiano, a pesar de su predilección por Málaga, tiene sobre la mesa muchas más opciones de equipos fuertes de Segunda División.

De todos modos, ahora hay que esperar a ver qué quiere hacer y hasta dónde está dispuesto a llegar Al-Thani. Curiosamente, Muñiz fue el primer técnico que despidió nada más llegar para darle plenos poderes a Jesualdo Ferreira, que gestó su primer Málaga como mánager general.

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