El Toralín sugiere un fútbol de otra época, pero la Ponferradina es ya un equipo asentado en la categoría de plata del fútbol español. La capital de El Bierzo disfruta de fútbol profesional, algo que anhela y no consigue León. Y es un proyecto serio, con las ideas claras, que ha comenzado en zona alta, cuatro victorias y una derrota de arranque, en su tercera temporada seguida en la categoría. Es la novena desde 2006, con cuatro ascensos y tres descensos desde entonces. Ha mantenido la estructura para seguir volviendo pese a los contratiempos, síntoma de un club que sabe en la realidad en la que vive.

Allí se desplazó el Málaga en su tercer desplazamiento de la temporada. Empate en Ibiza y derrota en Almería. Vienen dos salidas seguidas, ésta y la de Gijón, ante dos equipos situados entre los tres primeros. Es un primer test de estrés para José Alberto y su equipo, que tiene una gran pinta, ilusionante y valiente. Pero al que todavía no se acaba de conocer, lógicamente. Hay que catarlo en situaciones adversas y territorios complicados. En Ibiza empezó a competir con 2-0 adverso y en Almería se desmoronó tras 50 minutos de gran fútbol, justo cuando al rival le expulsaron a un jugador. El gallo se ve fuera de casa. Y El Toralín es un buen lugar para dar que hablar.

El despliegue de los jugadores, la entrega, la presión alta y el compromiso enganchan al malaguismo, que no puede disimular, ni le falta ganas, que está de pico alto por lo que ve y lo que intuye. Faltan jugadores lesionados (sin Chavarría y Sekou, los dos teóricos estiletes), faltan también otros que están, pero lejos de su nivel. Pero, tras cinco jornadas, la ilusión veraniega sigue cuando ya se va a entrar en otoño.

Datos del Ponferradina-Málaga.

Habrá que observar cuál es el once que dispone José Alberto en El Toralín, si da continuidad, como parece, o altera algo el orden. Parece cuadrado el once ahora mismo, pero las molestias de Luis Muñoz y que Escassi haya dado alguna señal en los minutos finales de un par de partidos avisan de que la plantilla, más profunda esta temporada, debe estar alerta para dar un relevo. Hay jóvenes apretando y la competencia se eleva. Que los minutos se coticen caros será la mejor señal que se pueda emitir.