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Llamamiento a la serenidad

  • Muñiz y sus futbolistas normalizan la situación tras la primera derrota de la temporada en la Liga 1|2|3

  • El equipo se mantiene líder y con la moral intacta

El once titular del Málaga en Las Palmas.

El once titular del Málaga en Las Palmas. / La otra foto

Dicen que un necio jamás se recupera de un éxito. Un listo, sin embargo, sabe convivir con el fracaso. Aunque esta palabra exportada a la realidad del Málaga es una injusticia dada la situación y la forma en que se dio su reciente primera derrota en la Liga 1|2|3. Lo que sí quiere que cale Juan Ramón Muñiz es que perder un partido no puede conducir a situaciones dramáticas ni poner en duda la solidez del proyecto, cuyos cimientos son fuertes pero todavía se están asentando.

Con las cinco primeras victorias se espantaron varios males. El que más inquietaba al técnico era frenar la caída. El Málaga descendía a la categoría de plata siendo un colista horrendo y con la sensación de que todavía podría no haber tocado suelo. Con este arranque y el liderato sujetado durante seis jornadas seguidas, la mentalidad pasó de perdedora a ganadora. Y eso que muchos de los que conforman su once base ya eran hasta titulares el curso anterior. Es el caso de Luis Hernández, Ricca y Adrián González, por citar varios ejemplos.

El grupo, nuevos y viejos, veteranos y canteranos, entendió enseguida que la manera de alcanzar el objetivo deseado (aunque no se nombre directamente, el mayor presupuesto de la categoría no puede optar a otra cosa que al ascenso) era seguir la vía del trabajo diseñada por Muñiz. Todos estaban aleccionados y sabían que la primera derrota llegaría. Con dicha preparación mental, al conjunto blanquiazul no debe costarle recuperar la senda de las victorias. El plan madre sigue intacto.

En el vestuario existe cierto regusto amargo porque se pudo puntuar (como poco) en Las Palmas, pero también sirve para no perder perspectiva y saber que el equipo no es intocable y que si no continúa por la vía del esfuerzo, llegarán malos resultados. Y de ahí a la pérdida de fe (dentro y fuera de las paredes de Martiricos) sólo hay un paso.

"Toca aprender y levantarse, orgulloso del trabajo de todos", refirió Munir en sus redes sociales. Lo hizo con la misma foto del once que ilustra esta noticia, idéntica a la que utilizó Blanco Leschuk, que cuando escribe también usa las palabras justas: "Seguir juntos".

"Que la gente no se caliente que estamos bien", advirtió N'Diaye tras el partido. Cifu dio continuidad a la esencia de su mensaje: "No hay que alarmarse, la temporada es muy larga. Algún día tenía que llegar la derrota. No podemos quedarnos aquí ni nos van a dar una copa ahora".

Asumir la realidad del fútbol y la de Segunda no implica que haya conformismo. En eso Muñiz no quiere caer pese a su cautela: "Me voy triste porque merecimos algo más por el trabajo realizado. Pero no es un partido determinante". El Málaga, no hay olvidarlo, sigue líder de la categoría.

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