MÁLAGA CF | ATHLETIC

Rolan tenía guardados el alma y los goles

  • El uruguayo revolucionó el equipo con una marcha más

  • Mejor cara de un equipo defensivamente frágil

Alguien tenía la llave para que llegara el primer punto. Parecía escondida, pero la encontró Diego Rolan. Su energía, velocidad e ímpetu pusieron el alma y, al fin, los goles. Dos, exactamente. De bellísima factura el primero, de astuto el segundo. Fue el más listo en un partido roto y se desfondó hasta que el Málaga al fin pudo sumar a su casillero el primer punto de esta Liga Santander.

El uruguayo tiene eso de lo que tantísimo carece este equipo: verticalidad. Y tanto él como Mula la aportan, porque del canterano es imposible olvidarse. Es una de las pocas notas positivas de este inicio de temporada, tiene el desparpajo y cuando aparece por centro consigue romper. Ya no es sólo el galgo que oxigena pegado a la banda, también puede generar por sí mismo.

Se agradecen y mucho jugadores así para contrarrestar los efectos de otros que aún no han encontrado el rumbo. El Málaga sigue construyendo sin un punto intermedio: o es lento y previsible o se salta pasos a base de pelotazo. Mejoró, no obstante, pero sigue pecando de una fragilidad defensiva preocupante por diferentes motivos. Sea por un centro del campo que no logra achicar o unos centrales fuera de forma, encaja demasiado. Más fácil se hace si Luis Hernández, que anda desconocido, hace un penalti flagrante y regala el enésimo balón. Y jugadores como él, a su nivel, son necesarios.

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