Cumplió con lo prometido Fondo Sur 1904. Retrasó su entrada al campo hasta el minuto 6 de partido, apostados en los dos vomitorios que conducen a su grada. Salieron como toros de los chiqueros al grito de “¡Al Thani vete ya!”, que contagió al resto del estadio.

Durante los minutos posteriores se fueron sucediendo otra serie de cánticos en los que recibieron un severo repaso casi todos los responsables. "¡José vete ya!", “¡Jugadores mercenarios!", “¡Husillos vete ya!”, “Málaga somos nosotros” y “Estamos hasta los huevos del jeque de Catar”.

Incluso tras el 1-0 obra de Adrián hubo cánticos. En un principio el tanto fue recibido con aplausos, pero en cuestión de pocos segundos se convirtió en pitada y nuevos lemas.

Nunca lo que sucedía en el campo había tenido tan poca relevancia en Martiricos. Al menos, en la última década. El malaguismo señala fuertemente a los culpables del descenso.

El único que recibió cariño por parte de la grada de animación fue Francisco Martín Aguilar, consejero consultivo de la entidad, cuya imagen llorando desconsoladamente tras el descenso matemático del pasado jueves en Valencia se ha convertido en icónica.

Conviene recordar que nadie de la familia Al Thani estuvo en el palco de La Rosaleda. Tampoco el director deportivo Mario Husillos.