Cuando se concretó el Paraguay-Emiratos Árabes de esta noche (20:00, hora española), lo noticioso radicaba en que iba a ser el primer enfrentamiento histórico entre ambas selecciones. Sin embargo, los hechos añaden otro factor de resonancia para evitar considerarlo uno más: Roque Santa Cruz, toda una institución en el país, cumplirá su encuentro número 100 vestido de rojiblanco. Meses atrás, por la cabeza del delantero blanquiazul rondaba la idea de colgar las botas a nivel internacional. Ya son 33 años a cuestas, camino de los 20 en la élite, y con alguna que otra lesión complicada en la rodilla, así que dosificarse empieza a ser una necesidad. Pero no quería dejar la guaraní hasta al menos alcanzar la simbólica cifra.

Tampoco quería decir adiós con el sinsabor de no haber podido meter a su país en la fase final del Mundial de Brasil, por lo que decidió comenzar este nuevo ciclo que viene de partidos clasificatorios para poder devolver el máximo esplendor posible al combinado que dirige Víctor Genes. Sólo él sabe cuándo se bajará del carro, aunque físicamente asegura sentirse bien por ahora para continuar. De hecho, tiene opciones, a partir de hoy mismo, de hacerse más histórico todavía. Con 26 goles ya es el máximo anotador histórico, si bien pretende elevar más aún la cota para las próximas generaciones; cuanto menos, alcanzar la treintena.

Santa Cruz debutó con 20 años en la selección paraguaya, justo poco después de firmar por el Bayern Múnich. Fue en la localidad de Pedro Juan Caballero, en un amistoso contra México en el que su equipo venció por 2-1. Desde entonces suma tantas participaciones, tres, en Mundiales como en Copas América. El austriaco Estadio Lind seguirá escribiendo hoy su leyenda.