Deportivo de La Coruña-Málaga.

Suspenso en las áreas (2-0)

  • El Deportivo se aprovecha de los errores del Málaga para llevarse la victoria

Un momento del partido en Riazor.

Un momento del partido en Riazor. / EFE

Dos errores de bulto en defensa condenaron al Málaga en su visita a un Deportivo timorato, que da un zarpazo en la lucha por la salvación después de llevarse un partido en el que los de Míchel poco se parecieron al equipo que desquebrajó al Barcelona. Sin pegada ofensiva, los blanquiazules cedieron tres puntos al Depor con dos fallos que hicieron recordar a un Málaga que parecía ya guardado en el cajón. Primero Joselu y después Mosquera dieron carpetazo a los dos partidos consecutivos sin recibir gol.

Pero la fiabilidad se vino abajo tras el descanso en Riazor. A ella llegaron Málaga y Deportivo tras una aburrida primera mitad. El Deportivo, que se jugaba muchísimo, incluso recibió algún tímido silbido de su parroquia, coincidiendo con los mejores minutos del Málaga. Míchel decidió darle la oportunidad a Mikel y repitió con tres centrales, dando la siniestra a Juankar y dejando a Chory como acompañante de Sandro. A pesar de ser mejor a los puntos, apenas se le recuerda una ocasión clara en los primeros 45 minutos.

Y tras una pérdida de Fornals llegó el inicio del desastre. Apenas se habían jugado dos minutos del segundo acto cuando un error del castellonense propició la contra del Deportivo. El balón fue a parar a Luisinho, que recortó para su pierna menos hábil, la derecha. Su centro, al corazón del área, encontró la cabeza de Joselu como podía haber encontrado la de Kakuta. Ambos llegaron al remate con el único impedimento de Luis Hernández, que no pudo en la pugna con el ariete coruñés.

El Málaga sintió el tanto y perdió su sitio. Entraron Jony y Keko por Chory y Luis, regresando la línea de cuatro en defensa y en el centro del campo. No contaba Míchel con Mosquera, que en el 67 y recién entrado al campo, recogió un balón en el área que antes desvió Carles Gil, con Llorente entre ambos y varios malaguistas lejos de la pelota. Fácil para el deportivista, que batió a Kameni y dio carpetazo al encuentro.

Camacho pudo darle picante al final del choque, pero su latigazo se topó con el larguero cuando Lux sólo podía rezar. Rosales se durmió en el rechace y ahí se fueron las opciones para el Málaga, que dio vida al Deportivo y se recordó a sí mismo que aún queda mucho camino por recorrer.

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