Málaga C.F.

Síntomas para creer más

  • El Málaga no fue un sparring en la fiesta del Wanda

  • Se atrincheró bien en medio campo, si bien estaba lejísimos del ataque El Atlético encontró soluciones por bandas

  • Rolan casi se corona en su estreno

El Málaga, que no estaba para fiestas, se coló en la ceremonia de lo que promete ser un estadio histórico. Los de Simeone preveían que desde el pistoletazo de salida todo iba a ser coser y cantar, pero el Málaga mostró a los asistentes al Wanda Metropolitano que no iba a ser un sparring.

El Málaga se atrincheró en mediocampo para cerrar espacios interiores. Eso provocaba que, cuando recuperaba, a pesar de mover con criterio, estaba lejísimos de la portería contraria. Los del Cholo, mientras hacían valer los espacios cuando se estiraba el Málaga en ataque para meter verticalidad, principalmente con Correa, Saúl y Griezmann.

En ataque poco hubo que comentar, solo una contra fallida conducido por Chory Castro y una situación escorada de Borja Bastón que se encontró con un Oblak que le cerró los caminos a gol.

Tras el descanso, Simeone movió la cantidad de posibilidades que tiene el equipo: primero dio entrada Carrasco, que puso en aprietos por banda al Málaga y Saúl se encontró con un buen Roberto. El Atlético lo tenía claro, no encontrabas situaciones por dentro y buscó las bandas como única vía de gol. Casualmente fue Correa el que dio con Griezmann para hallar el ansiado premio. El Málaga se vio obligado por los cambios y el resultado a dar un paso adelante, y ahí los pupilos de Simeone se sienten como pez en el agua. Rolan estuvo a punto de coronarse en su estreno; además de ofrecer detalles tuvo el empate en sus pies, sin embargo Oblak quiso también su papel de protagonista el sábado.

En el peor estreno liguero del Málaga con un balance pesimista, demostró en este último partido que a partir de algunos jugadores y confianza el equipo puede encontrar síntomas para creer en una situación a revertir.

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