Sporting-Málaga CF

Exámenes diversos

  • El Málaga necesita al fin un resultado favorable lejos de La Rosaleda 

  • Test para medir el fondo de armario blanquiazul ante tantas bajas

  • Partido clave para la supervivencia de Baraja

Muñiz observa a sus hombres en el entrenamiento del Málaga CF del pasado lunes.

Muñiz observa a sus hombres en el entrenamiento del Málaga CF del pasado lunes. / Javier Albiñana (Málaga)

Día de exámenes en Gijón. Distintas materias, distintas necesidades, eso sí. Llega el Málaga con la intención de recuperar el pulso lejos de La Rosaleda en la cita más compleja del curso para Muñiz por la cantidad de bajas importantes que tiene. Enfrente, Rubén Baraja vive días complicados en el banquillo del Sporting. Esta semana fue ratificado, a buen entendedor...

El Málaga lleva un punto de los últimos 12 disputados fuera de casa, donde cada partido es más raro y complejo que el anterior. De la igualdad y las alternativas en Las Palmas y A Coruña (donde se rascó el último empate) a la indefensión en Elche y Pamplona. En el Martínez Valero el equipo jugó posiblemente su peor partido a nivel colectivo y general. En El Sadar fue un escarnio cuyos efectos colaterales se dejarán notar en esta cita contra un rival directo como el Sporting, aunque atraviese una racha delicada.

El conjunto blanquiazul tiene que demostrar que en su fondo de armario hay alternativas sólidas, que está capacitado para cualquier eventualidad. Hay que recordar que el Málaga tiene sancionados a N’Diaye, Ricca, Adrián y Ontiveros, tres titularísimos y un fijo discontinuo. Para colmo de males, Luis Hernández se lesionó esta semana. Muñiz pierde al jefe de la zaga y una de sus mejores armas ofensivas: los saques de banda. Un póquer de ausencias que se une a las ya conocidas de Jack Harper, Juankar y Álex Mula. Además, Juanpi y Diego González han llegado casi al límite y habrá que ver si finalmente están entre los 18 (Muñiz llevó a Gijón a 20 futbolistas dada la situación).

Pero estará Blanco Leschuk, con quien el Comité de Competición fue justo. El pichichi blanquiazul es ahora mismo el pilar más importante del Málaga. Es la referencia en ataque, la solución a muchas de las carencias del conjunto malacitano. Su presencia da una cierta tranquilidad.

En defensa sólo resiste Pau Torres de la línea original. Cifu, Miguel Torres, Diego González y David Lombán se repartirán las dos plazas vacantes. En el medio habrá que ver quiénes suplen al dúo N’Diaye-Adrián. Lacen, Boulahroud y el filial Keidi Bare. Tres nombres dos huecos. En ataque es todo más disimulado. Pacheco y Koné seguirán y falta que Muñiz decida si Juanpi o Renato Santos.

Pero peor le van las cosas a Rubén Baraja, el hombre que pudo entrenar al Málaga. Tras cinco jornadas sin ganar y con el Sporting lejos de la zona de ascenso, puede irse a la calle si es derrotado. Puede revolucionar el once. Ojo.

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