El Málaga CF visita Riazor (18:00) por primera vez en Segunda División. Jamás se toparon Deportivo de la Coruña y el conjunto blanquiazul en la división de plata. No han sido pocas las temporadas que deambularon por la categoría pero jamás lo hicieron a la par, siempre uno arriba y otro abajo. Por eso toma un matiz de seriedad el choque. Dos clubes de entidad, con notorio recorrido por la élite -sobre todo el cuadro coruñés con aquel Súper Dépor- que se encuentran en los puestos altos de la tabla. Los de Muñiz caminan líderes con 18 puntos, el equipo de Natxo González, cuatro puntos por debajo.

Es éste ante los deportivistas el segundo encuentro de máxima exigencia para los malaguistas, de nuevo fuera de casa. Ante Las Palmas llegó el primero, único partido de liga que no cuenta el Málaga por victoria. Queda pendiente ver de nuevo a los de Muñiz en un campo hostil, lejos de La Rosaleda, ante otro de los equipos favoritos para hacerse con el ansiado ascenso, que les ponga de vuelta a la élite. De este encuentro quedarán marcadas las hechuras de los blanquiazules ante rivales de semejante pechera.

No será la única tarea pendiente de los malagueños. Pese al inicio impecable con esos 18 puntos ya en casillero, queda ese regusto amargo en las victorias por tan corto resultado. Excepto el duelo ante el Córdoba en La Rosaleda (3-0), el resto se saldaron por la mínima (cinco 1-0 y un 1-2 en Lugo). Le está costando cerrar los partidos al cuadro de Muñiz, que por otro lado está siendo un cerrojo atrás entre la zaga y Munir, sin excesivos problemas hasta la fecha. Acostumbra a dar un pasito atrás con el marcador a favor y ceder protagonismo al contragolpe, aunque es obvio con tal efectividad: siempre que se adelanta el Málaga en el marcador se anota otros tres puntos más.

Hay dudas lógicas en el once que puede desplegar un Juan Ramón López Muñiz que se llevó a 20 jugadores a La Coruña. Hacer grupo y prevenir cualquier percance de última hora antes de los últimos entrenamientos en la ciudad deportiva de Abegondo. Entró en su primera convocatoria David Lombán, que completó una lista a la que volvía Bard Boulahroud, en el ostracismo en las últimas semanas. Miguel Torres, Haksabanovic y Andrés Prieto fueron los únicos futbolistas físicamente aptos que se quedaron en casa por decisión técnica. Habrá dos descartes hoy.

"Nos hemos llevado una sorpresa", decía el técnico blanquiazul tras el encuentro ante el Rayo Majadahonda cuando fue cuestionado por Juanpi Añor. El venezolano fue una de las gratas noticias la pasada jornada, uno de los más destacados ante los majariegos. Su titularidad parece obligatoria tras su buena actuación y el repertorio de recursos que generó y aportó al equipo. Era uno de los jugadores a recuperar por parte del técnico gijonés, quizá el más difícil. El pasado domingo dejó una muestra que dejó encaminado el logro. Hoy puede reafirmarlo. Pacheco es el único que hace peligrar que Muñiz no repita el once.

Volverá a estar en el lateral diestro Iván Rodríguez. El canterano fue titular también la pasada jornada y firmó un encuentro notable. Fue el autor de la asistencia del gol de Jack Harper. Destacó el de Alameda por su buen golpeo a la hora de colgar el esférico y no sufrió demasiado defensivamente. Cifu, aún renqueante con esa lesión, tendrá que pelear para recuperar su sitio.

El Málaga debe andarse con ojo con un Dépor que engaña con su clasificación. Ha sido un arranque complicado para los deportivistas, siendo visitante en cinco de las primeras siete jornadas, algo completamente excepcional. Ha vencido por la mínima en sus dos encuentros en Riazor (1-0 ante el Sporting y 2-1 ante el Granada) y tiene desatado a un Quique González que tiene un idilio con el gol hasta el momento. De los 10 goles del Dépor, seis son suyos y solo en cinco partidos. Y los últimos dos partidos los saldó con dobletes...