Chupete: "Huijsen es súper malaguista, un orgullo para nosotros"
"Hago mi trabajo día a día y ha llegado la recompensa de los goles", de su doblete
Pellicer y su reunión con el club
Algo tímido Chupete ante los medios, pero un torbellino en el campo. Dos goles tremendos del cantero, especialmente el segundo, con ese poso de delantero elegido para colocarla arriba ante la salida de Germán. "Sin el trabajo de mis compañeros eso no sería posible. El segundo gol viene de una presión, Rafa me mete el balón y finalizo antes de aque achique el portero. Muy feliz", decía. "Merecíamos un partido así delante de nuestra gente y la verdad es que estamos muy felices. Después de Santander nos llevamos un varapalo duro, que costó asimilarlo, pero sabíamos que esta semana era muy importante para sumar tres puntos delante de nuestra gente. Venía un rival duro, el líder. El estado anímico ahora es mejor".
Con una preciosa asistencia de tacón para el 3-0 a su colega Rafa. "Hago mi trabajo día a día y ha llegado la recompensa de los goles. Ha sido un buen pase el del 3-0. Rafa se merecía un gol por el trabajo que ha hecho durante el partido", señalaba Chupete. "Tenemos los pies en el suelo. Ya pensando en el partido del Leganés", con la mirada en perforar las porterías de Butarque. Por último un pequeño guiño a Huijsen, otro de los protagonistas de la noche. "Huijsen es súper malaguista, un orgullo para nosotros. Darle las gracias por venir".
El cariño de Antonio Hidalgo
Antonio Hidalgo, ídolo malaguista en el último ascenso a Primera División, hincó la rodilla en La Rosaleda al frente del Deportivo, líder de la categoría. Es su primera derrota oficial en el banquillo del Deportivo. El público coreaba su nombre al final del partido, en un momento delicado para él. "Sabéis lo que siento por el club, lo que vivimos juntos y compitiendo. La verdad es que tengo un gran cariño, el futuro dirá. Pellicer ha hecho y está haciendo un gran trabajo, es el mejor entrenador que puede tener este club", decía Hidalgo cuando se le cuestionaba si algún día ocupará el banquillo local de La Rosaleda: "Pasa el tiempo y nosotros seguimos en el mismo sitio. Nosotros vamos cambiando y, gracias a Dios, podemos seguir viviendo en el mundo del fútbol, en otra faceta, donde se sufre muchísimo más que cuando era jugador. Entre ayer y hoy vi a mucha gente querida. Significa muchísimo porque, la verdad, es un sitio al que quiero mucho. Mi hijo Héctor tiene 18 años y es malagueño, así que imagínate si hace tiempo, es un sentimiento que sigue".
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