Málaga C.F.

La década de las décadas

  • El resumen gráfico de la etapa más estable y brillante de todos los tiempos para el Málaga

  • El agrio final contrasta con algunos de los momentos más emotivos y grandiosos de la entidad

La década de las décadas

La década de las décadas

El día llegó, tenía que llegar. No hay felicidad eterna y quizás por eso ahora tiene más valor si cabe todo lo vivido. Encerrado en imágenes que quedarán para siempre en la memoria de los malaguistas. La última década no ha sido una década cualquiera, no señor. Ha sido la más brillante de la historia del club de Martiricos. Since 1904.

Encajar tantas tardes, tantas noches de gloria y castigo, satén y esparto, no es una cuestión sencilla. A pesar de todo, las imágenes positivas se imponen a las que la realidad convierte en blanco y negro.

Algunos no lo recuerdan ya, pero estos dos lustros mágicos de estabilidad deportiva inusitada (nunca estuvo tanto tiempo el Málaga de manera consecutiva en la máxima categoría), comenzaron antes de Al Thani. Las dos primeras permanencias se consiguen con Fernando Sanz como presidente. En la primera fotografía superior se ve a Antonio Tapia en el banquillo. No fue un partido cualquiera.

Era la quinta jornada de Liga y el Málaga recibía al Valladolid tras haber sumado un punto de 12. El entrenador, que había cogido el testigo de Muñiz tras el ascenso y que afrontaba su segunda etapa como primer técnico malaguista, ya estaba siendo discutido. Aquella tarde finales de septiembre ganó por 2-1 y comenzó una escalada espectacular. El Málaga acabó el curso octavo con 55 puntos en su regreso a la élite.

Más complicado fue el curso siguiente, con Muñiz de regreso y una plantilla más austera aún que la anterior. El Málaga sufrió hasta la jornada 38, en la que logró la salvación en La Rosaleda tras empatar a uno contra el Real Madrid de Pellegrini, que ese día también decía adiós al título de Liga. Como se ve en la segunda foto superior empezando por la izquierda, Duda, autor del valioso tanto, lo celebra como un poseso.

Una de las estampas icónicas de la era actual es esa en la que formalizó ante los medios -en un pomposo acto en mitad del césped de La Rosaleda- la compra del club por parte de Abdullah Al Thani. Su primera temporada (la 2010-11), el Málaga casi se va a Segunda, pero Manuel Pellegrini, apoyado sobre todo en Julio Baptista, consiguió enderezar la nave. Era el primer atisbo de lo que estaba por venir.

Un año después, Joaquín, Isco, Baptista, Van Nistelrooy, Demichelis, Toulalan, Cazorla, Rondón y compañía estaban celebrando la clasificación para la Champions League en el césped de La Rosaleda.

A pesar de todo lo que empezó a ocurrir en el club, con los impagos, denuncias y espantadas, el Málaga hizo historia en la 2012-13. Aunque terminó con ese cruel final tras la polémica eliminación en Dortmund en los instantes finales. Joaquín se las tuvo tiesas con Craig Thompson, colegiado escocés del duelo y que permitió dos goles ilegales del Borussia.

En la 2013-14, con Al Thani desaparecido y despreocupado del club, Shatat y Casado dieron un paso al frente y se aliaron con BlueBay. Una de las primeras decisiones fue contratar a Bernd Schuster, que protagonizó capítulos surrealistas ese curso.

Tras el alemán se apostó por Javi Gracia. El navarro, con escasos recursos, optimizó lo que tenía, dio protagonismo a los canteranos y cuajó una 2014-15 casi de ensueño, con la guinda maravillosa de ganar en el Camp Nou al mejor Barcelona de todos los tiempos con gol de Juanmi (0-1) y tirando de seis futbolistas de La Academia.

No fue tan sencillo para Gracia el siguiente año. Chocó con los que mandaban por su manera de hacer las cosas. Empezó mal en cuanto a resultados y su puesto corría peligro. Sin embargo, tras contactar con el jeque y sus asesores, no sólo se quedó en el puesto, sino que terminaron saliendo los tres hombres que más mandaban en Martiricos: Vicente Casado, Manuel Novo y Mario Husillos.

Se fue gracia y llegó Arnau, que tiró de caché firmando rápidamente a Juande Ramos. El manchego se marchó en diciembre. Dimitió renunciando al resto de su contrato con el Málaga con 21 puntos. Ciertos problemas con pesos pesados del vestuario colmaron su paciencia. En la foto se ve a Juande precisamente el día del partido de vuelta contra el Córdoba en la Copa del Rey. Se jugaba en La Rosaleda y el entrenador venía de sentar a Kameni. En Sevilla, justo unos días antes, Boyko recibió cuatros goles en pocos minutos. Repitió en el once contra el mencionado equipo cordobés. La atmósfera era irrespirable, con pitadas al ucraniano y al propio Juande. Su marcha provocó una serie de decisiones controvertidas, con la llegada de Gato Romero primero y más tarde de Míchel, con quien se termina de sujetar al Málaga en Primera.

La década se cierra de la peor manera posible, con un descenso doloroso y que tiene muchos padres. La elección de la foto (aunque había muchas candidatas) no es casual. Quizás los que salen en ella, Esteban Rolón y Hamyan Al Thani, son los que menos tengan que ver en toda la película, pero es el resumen de todos los males del Málaga en este año. Rolón es la imagen del intervencionismo del jeque Al Thani, de las luchas de poder con Míchel, del divorcio a tres bandas entre ellos y Arnau (que no quiso salir en esa fotografía junto al argentino y la hija del presidente). Es también la imagen del dinero tirado, del no saber hacer las cosas y de permitir que agentes externos mandasen más que los responsables de algunas parcelas.

Al mismo tiempo, refleja las cuentas pendientes que el entrenador ajustó por el camino (nunca perdonó Míchel que no llegase Javi García). Rolón fue prácticamente el punto y final de la era Arnau. Rolón es también el tirar de lo malo conocido antes de lo bueno (¿?) por conocer. Es la deriva de una entidad en la que la hija del presidente se queda como imagen única de la propiedad con sus remunerados hermanos-consejeros escondidos. El fin de este decenio, que podría (debería) haberse estirado un año más como poco, está en esa foto.

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