Juan Ramón López Muñiz cumplió ayer su segundo día al frente del banquillo del Málaga. Algo menos de 48 horas en el cargo desde que todas las partes plasmaran su firma en el papel que le acredita en el cargo, que le da poderes. Y a estos ya les está dando uso. El gijonés es recordado por su sobriedad y trabajo, posiblemente son los dos pilares que fundamentan su rol de entrenador, su estilo. Con esa premisa comenzó a trabajar tras su presentanción el pasado miércoles, a destajo, centrando todos sus sentidos en la elaboración de un plan que consolide al club en la guerra que será la Segunda División.
Muñiz avisó que no quiere distracciones entre algunas de las frases que lanzó durante su puesta de largo como técnico blanquiazul. "Todo lo que hagamos ahora son las bases del futuro", incidía y explicaba: "La idea que tenemos es la de estructurar y a partir de ahí crecer. Tenemos que tener una buena base para seguir creciendo". En ello trabaja y dispone el técnico. En cimentar toda la estructura que determinará el rumbo del Málaga en los próximos meses. Tiene mucho trabajo.
Si tras su presentación Muñiz ya inició el carrusel de conversaciones y reuniones con las diferentes parcelas del club, ayer no cambió el guión. Como ya aseveró, conoce a muchas de las personas con las que va a trabajar en los próximos meses, pero La Rosaleda y sus entresijos han cambiado en estos últimos años. Estos días intentará integrarse a todo lo que ya forma parte de la entidad y familiarizarse con aquello que antes no estaba. Él también pide a cambio el máximo compromiso y trabajo a cada trabajador que saluda.
Lo dicho, en su segundo día siguió centrado en el trabajo y ya despejó algunas de las incógnitas que se acumulaban en la ecuación que es el Málaga. Una de las que más celeridad exigía era la pretemporada, concretamente qué día se establecería su arranque. Como ya contó a principios de mes Málaga Hoy, tanto Enrique Ruiz, preparador físico, como Josemi, delegado del primer equipo, se encargaron de esbozar lo que podría ser la pretemporada del Málaga, nada muy concreto pero sí un primer punto de partida para que el entrenador que llegara pudiera partir de una base.
A la llegada de Muñiz, y tras varias reuniones con los mencionados, ya se han precisado ciertos detalles. El primero de ellos es el día que todo comenzará, el lunes nueve de julio -previamente ya se habrían realizado los clásicos exámenes médicos para ver en qué estado físico llega cada jugador-. Esa será la primera toma de contacto de la plantilla de Juan Ramón López Muñiz con el verde. El lugar elegido no es otro que el Anexo de La Rosaleda. Es éste y no otro debido a que se iniciaron antes los procedimientos para el cambio de césped, de invierno a verano, de Ray Grass a Bermuda, en el campo adyacente a La Rosaleda. Tampoco está disponible el clásico estadio de atletismo Ciudad de Málaga, con los preparativos técnicos para el próximo Mundial de Atletismo de Veteranos del mes de septiembre.
Es el único punto de la pretemporada que de momento ha oficializado el club, aunque están muy avanzadas los diferentes conclaves que el equipo utilizará para llegar en el mejor estado de forma al mes de agosto, cuando dará comienzo la Segunda División. Sobre el papel, todo apunta a que el primer stage que realice el club será en Benahavís, aunque aún no esté cerrado, tampoco el siguiente lejos de las fronteras de la provincia. Todo dependerá de los amistosos que también se están cerrando para esas fechas.
El técnico blanquiazul también dejó en la tarde de ayer encarrilado el que será su cuerpo técnico. Faltan alguna que otra firma que está previsto que hoy se materialice y se le pueda dar oficialidad. Pero hay varios nombres que trae de la mano Muñiz. Dos que también conocen la casa como son Álvaro Reina o Toni Mengual.
Por otro lado, la planificación de la plantilla también va tomando forma a cada charla que mantienen Muñiz y Caminero, que ya manifestaron su gran "sintonía". Ya se oficializó la marcha de Jony al Alavés y está casi cerrada la salida de Emanuel Cecchini, que regresará a su país. Le queda mucho trabajo al dúo que conforman gijonés y madrileño.
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