A los jugadores del Málaga hay que pedirles más, mucho más. No en cuanto a capacidad de trabajo y sacrificio. En eso los de Muñiz suelen derrochar sudor. Pero a nivel individual, casi todos estuvieron lejos de su mejor yo en Riazor.

El más seguro de todos fue Munir, aunque la pelota que tomó rumbo a la portería terminó siendo gol. El marroquí, de cualquier modo, transmite seguridad a la zaga, que en A Coruña estuvo algo menos firme que en otras citas. Luis Hernández anduvo a un nivel superior. Los otros tres hombres, curiosamente mucho más jóvenes, tienen que estar más concentrados. Sobre todo Iván Rodríguez y Pau. que pudieron hacer más en la acción del 1-1. Tampoco el doble pivote brilló. Aunque ambos fueron protagonistas en el gol, hay que pedirles más continuidad en el juego y una mejor salida de balón.

Por los costados ni Juanpi ni Ontiveros enseñaron su talento. Ambos corren como pide Muñiz y meten la pierna sin miedo, pero también tienen que ser más resolutivos. Lo mismo hay que decir de Pacheco e Hicham. El marroquí ha perdido algo de gas con el paso de las jornadas.

En punta Harper desperdició la opción de hacer el 1-2 y Blanco Leschuk participó menos de lo que acostumbra y de lo que le conviene al equipo. Por último está el debut con el Málaga en Segunda de Héctor. El chico no tuvo tiempo para poder aportar algo.