Resultado y crónica del Ponferradina - Málaga CF

Lección para novatos (1-0)

  • El Málaga se queda a mitad de camino en El Toralín y ve cortada su racha de dos victorias

  • Al veterano Yuri le basta una buena ocasión para romper las tablas

  • El equipo blanquiazul fue de más a menos

Antoñín, en el Ponferradina-Málaga CF.

Antoñín, en el Ponferradina-Málaga CF. / LOF

Yuri es ese diablo que sabe mucho tanto por viejo como por su condición de ángel caído. En este caso, es un exterminador. Le bastó una acción para doblegar a un Málaga que fue de más a menos y paga el precio de la ingenuidad otra vez. Las lecciones deben llevar consigo la aceptación y el propósito de enmienda, pero los de Víctor Sánchez del Amo vuelven a chocarse contra otra de las rocas que conforman la Segunda División. Con sus matices, es una película ya vivida.

Ni el césped ni el agua fueron tan determinantes como se preveía. Y al Málaga le importó poco en cualquier caso. Saltó con las ideas claras, con un plan de fábrica tejido por Víctor, que sufría en la grada. La inclusión de Hicham en el once no fue nada casual, como tampoco cada movimiento que trasladó al campo. El marroquí fue un incordio constante para la defensa de la Ponferradina pero le faltó precisión en el remato y clarividencia para tomar la mejor decisión en cada momento.

Fue Antoñín, sin embargo, el que más cerca anduvo de batir al meta después de una enorme acción personal. Huérfano de Sadiku, el canterano volvió a dejar su tarjeta de visita en otra cancha. Más allá del buen hacer de la joven pareja de delanteros, los blanquiazules dieron continuidad a las sensaciones y el juego exhibido en las dos recientes victorias.

La jugada más importante de la primera mitad fue, pese a todo, la tarjeta amarilla que vio Keidi Bare. Innecesaria, trae consigo una suspensión que llegará antes de la siguiente fecha FIFA, donde casi con toda seguridad será convocado para Albania. El centrocampista es pura intensidad y es capaz de transmitir su energía a los compañeros, no obstante, tiene un punto irracional en su juego que no en pocas ocasiones perjudica al equipo. Porque dos partidos sin él parecen muchos a día de hoy en este Málaga emergente.

Fue perdiendo fuelle el Málaga en la segunda mitad y a partir de ahí la Ponferradina empezó a encontrar hilos descosidos en la defensa blanquiazul. El Málaga no era una amenaza tan constante como en la primera mitad a pesar de no dejar de buscar la portería contraria. Con poco tino.

Entonces apareció Yuri. El veterano delantero brasileño, que ya se había enfrentado al Málaga en el año 2003 con el Boavista, demostró porque sigue siendo temible a sus 37 años. En otro lugar, con otro nombre, su actuación seguramente habría sido merecedora de sustitución. Pero en El Toralín saben que el pistolero no perdona. A la más mínima te mata y eso es lo que hizo. Además, retratando a los de alrededor. Poco después casi sentencia, pero Mikel sacó bajo palos el 2-0. Y en el 87’ cambio y ovación.

El Málaga regresa de tierras leonesas con la racha cortada y la sensación de volver a las andadas. No parece aprender de sus propias limitaciones, de sus cicatrices.

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