BARCELONA | málaga cf

Ni el momento ni el lugar

  • Un Málaga de circunstancias visita el Camp Nou en busca de puntos que den tranquilidad

  • Los de Míchel acuden como actores secundarios al choque entre el clima de tensión por el conflicto catalán

Hay veces que tienes que ir a sitios por mera obligación. Pero lo haces a regañadientes, porque qué remedio queda. Así es como viaja el Málaga al Camp Nou, un lugar donde los recuerdos más recientes evocan optimismo, pero donde la cruda realidad en clave blanquiazul obliga a pensar en él con más cautela. La idea es transformar desde el minuto uno toda la energía negativa en positiva para evitar que esta visita al Barcelona sea un potro de tortura. El Celta será otra historia, pero vendrá después. Mientras tanto, sólo el espíritu de a final por partido puede mantener vivo a este equipo.

Sucede eso sí que no es un partido al uso. El Málaga, como Las Palmas, pisa Barcelona en una jornada en la que queda reducido a un papel de actor secundario. Como extra, incluso, sentado al fondo de una cafetería de Sitcom. Aquel 1 de octubre marcaron la agenda el referéndum ilegal y la polémica intervención policial. Hoy, el inicio de la aplicación del artículo 155 agita de nuevo y obviamente desvía la atención del mero deporte. Parece improbable que se repita la escena del partido a puerta cerrada, aunque la directiva culé no descarta nada en caso de que en las movilizaciones programadas se repitan escenas semejantes a las de semanas a trás. Pero como sea, la grada del Camp Nou sí que seguirá un guión prácticamente idéntico al que ejecutó en el partido frente al Olympiacos, con un papel más centrado en la reivindicación política que en el empuje a los futbolistas sobre el verde.

Por ello es que no resulta plato de buen gusto tener que afrontar este choque en este momento. Porque no es el rival deseado ni en el ambiente propicio. Pero así son las cosas y el Málaga tendrá que hacer un ejercicio mayúsculo de abstracción para mantenerse al margen. Y es que no sólo intervienen los factores externos sino los internos, pues el equipo acude a la cita con una convocatoria de circunstancias. Sin su portero titular, con únicamente tres medio centros y un canterano como Álex Robles para ser recambio en el lateral izquierdo que ahora queda cogido con pinzas tras la nueva operación de hombro de Fede Ricca.

La semana ha vuelto a estar marcada por el estado de excepción que vive el equipo. La derrota ante el Leganés fue un mazazo y el martes hubo nuevamente conjura con muchas caras largas en la vuelta a los entrenamientos. Los capitanes dieron su visión de la situación y hubo un intercambio de impresiones durante una reunión de media hora en el césped de la Federación Malagueña, donde el equipo tuvo que ejercitarse por temas logísticos.

Habló Miguel Torres y sobre todo habló Recio. Dos errores groseros costaron que el paleño no esté hoy en una cita donde se antojaba necesario. La situación le duele y le genera una frustración que no sabe gestionar. Actuó con más corazón que cabeza, reconocía el error y salía del campo entre lágrimas. Primero segó a El Zhar y se llevó una amarilla que de por sí acarreaba suspensión. Luego terminaría expulsado por otro de sus rifirrafes con un rival, lo que además anula la primera tarjeta y supone que a su regreso volverá a estar apercibido.

La ausencia de Recio fue una de las consecuencias de ese enésimo tropiezo que se saldó con un buen reguero de problemas. Kuzmanovic se rompió ya en el calentamiento para abrir el gafe y para cerrar acabaría tocado Roberto, de quien decía Míchel que era "el único jugador que ha estado a su nivel" de la plantilla. Y no mentía, porque dentro del esperpento resultó salvador para evitar que ya desde la media hora, tras el tiro al palo de Rolan, campase el 0-1 en el marcador. Y eso, para un equipo que ante la adversidad se hace pequeño, habría sido incluso más grave.

Míchel se lleva a 20 a Barcelona. Aseguró en la previa que jugará Andrés Prieto y estará por ver quién acompaña en el banquillo. Si Cenk Gönen, que apenas pudo entrenar, o el canterano Kellyan. Del mismo modo hay muchas incógnitas en cómo configurará el equipo. La defensa de cinco parece la opción más segura, pero es en el centro del campo donde aparecen más preguntas. Sin Kuzmanovic ni Recio se presupone la presencia de Rolón, pero la cuestión está en quiénes serán sus acompañantes. Adrián, Cecchini o Juanpi son algunas de las piezas con las que podría jugar el madrileño.

Es día de circunstancias e inconvenientes. Para nada un plato de buen gusto, pero de poco sirven los complejos. Toca resistir al entorno y mirar con el mismo hambre los tres puntos del Camp Nou o los del Celta. Fútbol es fútbol, aunque hoy no lo parezca.

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