Pocos alicientes deportivos quedan de aquí al acabar la temporada. Con la salvación como una quimera se trata de tener un poco de dignidad y de respeto al escudo. Los puntos que se sumen valen para maquillar, pero si se gana alguna posición también tendría un efecto económico, se quitaría algo de dinero a los que serán los rivales principales el año próximo en la pelea por el regreso a la élite del fútbol nacional. Es una de las variables de LaLiga a la hora de repartir beneficios entre sus clubes.

Otro pequeño reto es no ser el peor colista de la historia desde que se instaurara la puntuación de tres puntos por victoria a mediados de los 90. El Málaga empata ahora mismo con los 13 puntos que sumó el Sporting de Gijón para descender en la temporada 1997/98.

Para dimensionar la raquítica puntuación que tiene el Málaga, sólo 14 equipos de los 66 equipos que han descendido desde la esa campaña 1995-1996 no fueron capaces de obtener los 30 puntos. Sólo el Sporting no llegó a sumar los 20 puntos en los que se quedaron el Córdoba en la temporada 2014/15 y el Granada en la pasada edición. El resto de equipos descendidos tuvo una puntuación más digna. El Málaga que descendió en la campaña 2004/05 fue uno de los peores, con 24 puntos. Sólo el Osasuna del año pasado (22) quedó peor que los equipos citados anteriormente y aquel negro descenso rubricado entre Gregorio Manzano y Manolo Hierro.

Quedan 27 puntos posibles (40 puntos haría el Málaga si llegara a un improbable pleno, cifra que no valió para salvarse en varias ligas). Basta un punto para superar a ese Sporting que bajó hace ahora 20 años. Lo lógico es pensar que se sumará alguno más, pero...