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Ese sabor casi olvidado

  • El Málaga ganó en Lugo su tercer partido de todo 2018, el primero a domicilio

  • Cumple la tradición: pleno de victorias en sus estrenos en Segunda División con la denominación actual

Es triste, pero 2018 va de cabeza a la historia negra del Málaga. Un tormento que ya venía de largo y que se salda en abril con el descenso a Segunda. Ojalá la segunda mitad blanquee el recuerdo, que sea el principio del regreso, pero no es sencillo mejorar el gusto de seis meses enormemente agrios. Por lo pronto el debut en la categoría de plata se saldó con un triunfo y aquí entra la estadística como elefante en cacharrería: la de Lugo es la tercera victoria del Málaga en todo lo que va de año.

Hay que irse a la semana después del día en que se certifica el descenso contra el Levante para encontrar el segundo y último triunfo hasta el sábado, contra la Real Sociedad. Aquello fue como un espasmo, un breve calambre en una Rosaleda casi vacía y encendida contra césped y palco, incapaz de disfrutar lo más mínimo un triunfo inútil. Adrián y En-Nesyri hicieron los dos tantos. 118 días pasaron de aquello hasta que Juankar y N'Diaye dieron la vuelta en el Ángel Carro. Demasiados.

La última vez que se venció fuera de casa fue hace nueve meses, ante la Real Sociedad

Por eso y más se disfruta tanto ganar en Lugo. Porque el de la victoria parecía un sabor casi olvidado, una sensación ya reservada a otros. Significa lógicamente abrir con tres puntos un campeonato tan exigente como la Liga 1|2|3 y hacerlo fuera de casa, remontando y sabiendo que este equipo sí tiene corazón. Se va con otra cara a recibir el viernes (22:00) al Alcorcón en La Rosaleda, donde se testará la salud del coliseu blanquiazul y su afición después de caer a Segunda. Poco tendrá que ver el aspecto con el que lució en su último día de partido, ante el Getafe.

Desmenuzando lo dicho, para ver al Málaga ya no ganar, sino hacerlo a domicilio, hay que irse hasta el 10 de diciembre. Nueve meses nada menos desde que el equipo, con Míchel en el banquillo, derrotó también la Real Sociedad un domingo a las 12:00 en Anoeta con goles de Borja Bastón y Chory. El conjunto donostiarra fue el único en caer en sus dos partidos frente a los de Martiricos y aquel era el tercero de los cinco pírricos triunfos cosechados en todo el curso.

Con tales números se hace difícil también pensar en remontadas. Ese Málaga -mejor hablar de él ya como algo pasado y ajeno- era tan pobre anímicamente que fue incapaz de encajar gopes, caer y luego levantarse. En ese sentido se recuerda como un mazazo definitivo el triunfo del Valencia en La Rosaleda en cuestión de cinco minutos. Y por eso hay que irse aún más lejos, hasta el 19 de noviembre, para ver al equipo dar la vuelta a un resultado adverso. Ante el Dépor, era aquella la segunda victoria -la primera fue un par de semanas antes, con el Celta-, se recuperó un 1-2 para acabar ganando por 3-2. También Chory y luego Borja Bastón consumaron la remontada; el primero fue obra de Rosales en una jugada ensayada. Y en el otro sentido, hasta en cuatro ocasiones que se puso por delante en el marcador vio cómo acababa perdiendo el partido.

Ahora se intenta pasar página de aquello. En esta ocasión se puede decir que el Málaga cumplió con la tradición al ganar en Lugo, y es que en las tres temporadas que el Málaga como Club de Fútbol había participado en Segunda División con anterioridad se impuso en el primer partido, así que se mantiene el pleno.

El primero fue el estreno del equipo en categoría profesional desde la refundación, en la temporada 1998/99 contra el Éibar. El equipo de Joaquín Peiró venció ese 30 de agosto en La Rosaleda por 2-1 con goles de Brahim y Zárate. Ocho años después, en el curso 2006/07 tras el mítico periplo en Primera de la Intertoto y los cuartos de UEFA, el Málaga se las volvía a ver con la categoría de plata. Con Marcos Alonso en el banquillo se derrotó al Hércules por 0-1 con tanto de Pablo Couñago, y a la siguiente temporada, la 2007/2008, el proyecto de Muñiz arrancó su camino de seis victorias consecutivas goleando 3-0 al Salamanca (Antonio Hidalgo y doblete de Salva Ballesta). En dos de las tres se logró el ascenso; quedan aún 41 jornadas para saber en qué acaba la cuarta.

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