Ignacio Camacho habla del Málaga y lo hace en primera persona. No podía ser menos. El club que lo formó fue el Atlético de Madrid, pero aquí se hizo un hombre, por eso se marchó llorando. Así que desde Alemania siempre tiene un ojo puesto en lo que pasa por aquí. Oír su mensaje vitalista, como ocurrió el pasado lunes con Isco, es otro punto a favor. "Esto se cambia con un resultado positivo, hay que seguir trabajando y confiando. Solo estamos a cinco puntos de la salvación, eso es lo más positivo", comentó el futbolista del Wolfsburgo en Canal Sur Radio.

Huelga decir que está inquieto, por supuesto. "Todo el que tenga sentimiento malaguista está preocupado, la situación no es buena. No queda otra que seguir trabajando, esto acaba de empezar", aclaró el centrocampista maño, que comparte esa sensación de desesperación que ahora mismo hay en el entorno: "Si alguien tuviese una varita mágica y supiese cuál es el problema, se solucionaría rápido. Pero se están dando tantas circunstancias que quedarse con una es complicado".

Paciencia, confianza y un paso adelante son algunos factores que, a juicio del exblanquiazul, se antojan esenciales ahora mismo. "Hay gente bastante veterana. Recio es un tío de Málaga que siente los colores. Hablo mucho con él, trata de ayudar en todos los sentidos y buscar soluciones. Pero hay veces que no depende de hablar. Cada uno del vestuario tiene que mirar y que aparezcan esos rendimientos individuales también", aseguró.

¿Y cómo responde Camacho a la queja generalizada de que no se le ha sustituido bien? Con diplomacia: "La situación no es buena y evidentemente se ven más los fichajes que se han hecho y la gente que ya no está. Esperemos que todo vaya mejor, club, jugadores y afición lo merecen".

El zaragozano siempre habló claro y a la distancia no iba a ser menos. Lo demostró hablando de la destitución de Francesc Arnau. "Si te dijese que me sorprende, te estaría engañando. Sabemos cómo es el club, he visto cosas peores en esos siete años que he estado", señaló Camacho, quien habló de su final "por cosas que habían pasado".