málaga cf | BORJA GONZÁLEZ TOMÁS, jugador del málaga cf

"En treinta minutos tuve más ocasiones que en todo el año"

  • El delantero se liberó ante el Deportivo tras estrenar su casillero con el gol de la victoria

  • "Pensé en la gente que me ayuda en el día a día", recuerda

El gol de Borja Bastón (Madrid, 1992) es sinónimo de liberación. Ante el Deportivo se reencontró con su oficio nada menos que 400 días después. Un escenario dramático para alguien nacido para ser delantero. Ya lo demostró en el Zaragoza y lo confirmó en el Eibar antes de dar un salto frustrado, como ya han sufrido muchos otros, a Inglaterra. El Málaga apostó fuerte por el del Swansea en verano para que fuese su referente y llegó a verse como el cuarto ariete de la rotación, pero ese tanto redentor lo devuelve a la primera plana.

-¿Cómo lleva la semana el grupo tras la segunda victoria?

-Bien. Esta victoria al final nos ha venido muy bien tanto en lo que es en la tabla para acercarnos a los que están ahí delante como también sicológicamente, para ganar confianza y tener más alegría entrenando. No estamos en una situación buena pero se ve más cerca.

-Pena que la alegría no fuese completa por la victoria del Eibar ante el Betis.

-Al final dependemos de nosotros, de nuestras sensaciones y de lo que hagamos nosotros en los partidos. Y si vamos ganando saldremos de donde estamos.

-Un año, un mes y cuatro días. O lo que es igual: 400 días desde su último gol en partido oficial.

-Nunca me había tirado tanto tiempo sin meter gol, pero esa cifra también es un poco engañosa porque metí un gol con el Swansea pero tampoco tuve la oportunidad de disfrutar de partidos completos como para poder haber marcado. Al final el otro día también jugué 30 minutos y metí gol, tampoco depende mucho de los minutos, pero sí que habría que sacar más los minutos que los días.

-Y cuando lo mete, ¿qué se le viene a la cabeza?

-La verdad que era un momento donde lo estaba pasando mal porque el equipo tampoco anda bien, no está ganando, y yo tampoco estaba jugando de principio y se pasa mal. Tenía ganas de poder ayudar a mis compañeros y cuando lo metí sobre todo pensé en mi familia, mis padres y mi novia, en la gente que está en el día a día ayudándome y pasando conmigo los malos momentos.

-Siempre me ha llamado saber qué siente un delantero profesional cuando tira y la pelota cruza la línea en un estadio con 30.000 personas. Ese momento.

-Es algo indescriptible. Para mí es la mejor sensación que siento en mi vida, algo diferente. Me da felicidad, tranquilidad, alegría... Es una mezcla de muchas cosas buenas y la verdad que para un delantero o cualquier jugador es lo más bonito. Además, al final es lo que cuenta. Tú en el fútbol puedes jugar muy bien pero se vive de goles, y si juegas bien pero no ganas ni metes no sirve de nada. Y al revés: si juegas mal pero has metido goles y el equipo gana todo el mundo está contento.

-La alegría es mayor si sirve, como el domingo, para el 3-2 que da los tres puntos.

-Parece que fue el gol soñado en el aspecto de que el equipo necesitaba ganar, faltaban cinco minutos y tuve la fortuna de poder meter el gol y ayudar a mis compañeros. Sabíamos que todos los partidos iban a ser complicados, estamos en una situación en la cual estamos metidos abajo y sabemos que vamos a sufrir todo el año, pero creo que con el sacrificio y el trabajo que hicimos, si lo hacemos en todos los partidos el equipo no pasará tantos apuros.

-La mayor pena de ese triunfo del Eibar es que ahora además toca visitar el Bernabéu, donde nunca se metió mano al Real Madrid.

-Sí que son cuatro puntos, pero creo que también nos debemos guiar por las sensaciones. El equipo ahora mismo afronta los siguientes partidos con una cierta confianza de decir que ya hemos ganado dos partidos, ya sabemos lo que teníamos que hacer y sí, ahora mismo llega el Madrid, sabemos que es un rival muy complicado e iremos allí a intentar hacer un partido complicado para que no se sientan cómodos. Y luego ya sí vienen rivales de nuestra liga, que es donde realmente tenemos que sacar los puntos, sobre todo haciéndonos fuertes en casa.

-Hace dos semanas era el último en la rotación de delanteros. En Villarreal hacía falta una referencia y el primer cambio fue En-Nesyri y no usted, por poner un ejemplo.

-Son momentos difíciles, pero también me he dado un poco cuenta de la situación e intento hacer todo lo posible para jugar. Cuando metes un gol te encuentras con más confianza y ojalá que ahora vengan mejores momentos para mí y para todos.

-La derrota en Copa con el Numancia marca un punto de inflexión para el equipo y también para usted, porque a partir de ahí es cuando deja de contar.

-Era un partido que lo teníamos pensado para que el equipo ganara su primer partido, volver a coger confianza y la verdad que se dio todo en contra porque teníamos el partido ganado y en cuestión de tres minutos se nos fue todo. Si hubiésemos ganado ese partido todo el mundo estaría contento y en cambio en tres minutos se nos fue. La verdad que ahí nos dimos cuenta de que había que cambiar radicalmente esta situación, el equipo cambió un poco el chip y vino la victoria contra el Celta. Al final yo creo que estábamos haciendo buenos partidos anteriormente solo que no teníamos la fortuna de sacar puntos.

-Tras el Dépor al fin recibe halagos de Míchel, que decía que ya empezaba a entender lo que se le pedía y su rol en el esquema. ¿Cuál es?

-Al final yo siempre he intentado hacer todo lo que me pedía. Por falta de trabajo no ha sido, por falta de intentarlo tampoco. Las dinámicas del equipo y mía no han sido buenas y el otro día resulta que en 30 minutos tuve más ocasiones que en toda la temporada. Es una cuestión del equipo, de encontrarnos con confianza y yo que soy el delantero seré el más beneficiado por ello.

-También ayuda que juegue con un esquema que le favorezca y le permita recibir en posiciones ventajosas. Al principio de temporada cumplía funciones como las de Sandro siendo un jugador muy diferente y que no le ayudaban a tener presencia en el área.

-Lógicamente me encuentro más cómodo con más gente alrededor y ahí salgo yo beneficiado. Mi estilo de juego se ve más favorecido como hicimos las cosas el otro día, pero son cosas que el míster tiene que plantear y adaptarse a lo que él quiera e intentar hacerlo.

-¿Se arrepiente de su paso por Inglaterra?

-No, ni mucho menos. Fue la decisión correcta en su momento, era un paso hacia adelante en mi carrera y luego no se dio como yo esperaba por varias circunstancias, pero no me arrepiento.

-El impacto de venir de hacer 23 goles en Zaragoza y 19 en el Eibar para de pronto no contar para el Swansea debió ser tremendo.

-La sensación es que llegaba de ser muy importante en los anteriores clubes en los que había estado y llego allí y es que tienen una cierta tranquilidad que resulta chocante. No tienen esa prisa como tenemos aquí en España o en otros países, que fichas a un jugador y lo pones a jugar, que es lo que todos queremos. Allí tienes que adaptarte primero, le está pasando a Roque Mesa o a Sandro. Son jugadores que el año pasado jugaban todo y han llegado allí y no están contando con minutos. Es una liga complicada en la cual se valoran cosas diferentes a las que se valoran aquí y no es fácil.

-Efectivamente hay una camada de futbolistas españoles como usted que no han encajado allí después de rendir muy bien en sus clubes en España. Menciona a Roque Mesa y Sandro y se pueden añadir delanteros como Iago Aspas o Lucas Pérez. ¿Qué se les hace tan cuesta arriba?

-Es una liga complicada pero por lo que te digo, tienen cierta tranquilidad. Yo no tuve la oportunidad de jugar dos partidos consecutivos de titular. Era uno, alternabas, tienes que adaptarte, tienes que ir poco a poco... Ellos no tienen esa presión por que el jugador explote al momento. Firmas un contrato de tres, cuatro años y saben que tienes tres, cuatro años para poder crecer. Y yo no me conformo con eso, a mí me gusta jugar todos los fines de semana, disfrutar cada minuto y es algo que te puede llegar a desesperar.

-Tampoco se dan las mejores circunstancias deportivas en el equipo. Se salva al final después de tener tres entrenadores distintos.

-Lógicamente no es lo deseado estar en esa situación. Fueron tres entrenadores y uno interino. Cuatro entrenadores durante una temporada son muchos cambios y no es fácil para los jugadores. El equipo al final consiguió salvarse que era lo importante y ahora están dando más continuidad al entrenador y esperemos que les vaya bien.

-¿Qué es lo que no funcionó en su caso?

-Llegué con una lesión en el cúbito, que me lo rompí en la pretemporada con el Atlético y no pude entrar hasta el quinto o sexto partido porque tenía una férula que me impedía jugar. También tuve una pequeña lesión del cuádriceps en ese tramo y cuando llegué jugué dos partidos que me puso el míster y lo echaron. Al final, que al entrenador que te ha llevado allí (Francesco Guidolin) lo echen... Luego llega otra persona nueva, todo es muy diferente y de ese entrenador (Bob Bradley) no puedo hablar ni bien ni mal. Cada semana hacía seis, siete u ocho cambios y así era muy difícil para todos. Duró tres meses, llegó Clement con las ideas claras e hizo que nos salváramos.

-¿Volvería? Tiene 25 años y mucho fútbol por delante.

-Ahora mismo estoy aquí en Málaga centrado en hacer todo lo posible para ayudar al equipo. Ojalá al final sea una gran temporada para el equipo y para mí en el plano personal y ya veremos. Allí tengo dos años más de contrato y la verdad que tomé una decisión y estoy contento de formar parte del Swansea. Se han portado muy bien conmigo y a final de año se hablará. Las sensaciones del año pasado no fueron las que me esperaba pero eso no quita que yo me vea capacitado para jugar en la Premier.

-Apuestan muy fuerte por usted, también lo hace el Málaga este verano recordando a ese Borja Bastón del Eibar. ¿Cuál fue la fórmula para que le saliera todo bien?

-También venía de un año anterior en Zaragoza muy bueno y al final la dinámica siguió. El equipo para los delanteros era una mina porque te llegaban muchos balones, jugábamos muy ofensivo, había mucha gente alrededor, normalmente jugábamos con dos puntas y extremos... El delantero se veía muy beneficiado y Mendilibar tenía y tiene las ideas muy claras de lo que busca. Cuando salíamos al campo cada uno sabía lo que tenía que hacer y dónde estaban situados los compañeros.

-¿Cree en el Málaga como un lugar para recuperar esas sensaciones?

-Claro. Todos queremos que el equipo coja una dinámica positiva en la cual se vayan ganado partidos y eso te dará que todos nos entendamos mejor. El año va a ser largo pero espero que sea bonito. Queda mucho, el equipo está saliendo de los puestos de abajo y queda mucho aún por delante y esperemos que sea bueno.

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