Hacia la Champions

Último paso hacia los elegidos

  • El Málaga arrancará la competición con la disputa de la última eliminatoria previa a la fase de grupos. Pasarla significa asegurarse un mínimo de 9.300.000 euros en ingresos. No superarla le mandaría directamente a la fase de grupo de la Europa League

Para que el Málaga llegue a medir sus fuerzas con las grandes entidades del concierto europeo que con sus escudos adornan el gráfico colindante en el que se refleja el palmarés oficial de la Liga de Campeones, primero ha de superar la criba de la previa a la fase de grupos. Una eliminatoria que disputará su partido de ida los días 21 ó 22 de agosto y el de vuelta el 28 ó 29 de ese mismo mes. Es el peaje que se obliga a pasar al cuarto clasificado del campeonato español. Una eliminatoria de la que parten los cinco clasificados de las rondas previas anteriores, más el Tottenham y Borussia Moenchengladbach, cuarto de Inglaterra y Alemania, Udinese y Lille, terceros de Italia y Francia. El Bayern de Múnich, por poner un ejemplo que resulte muy gráfico, empezó la competición esta temporada en ese mismo instante.

No será sencillo, pues, y al Málaga le quedarán dos combinaciones posibles. La primera, siempre la más optimista, es superar la citada eliminatoria y ganarse el derecho a a disputar la fase de grupos. Aquí es donde realmente comienza la competición. Hasta la propia UEFA no te considera equipo de Champions en sus estadísticas si no llegas a esta altura. La segunda opción, la que nadie desea, implica la eliminación. Sería el adiós a la máxima competición continental y el ingreso, directamente en su fase de grupos, en la Europa League.

De producirse esa clasificación, principalmente se extraen ventajas. En lo deportivo son incuestionables simplemente con ver el nivel de los 32 equipos que componen los bombos. También hay hueco hasta para la curiosidad. Se puede dar la circunstancia de que se produzca algún derbi de jeques, con el Manchester City de Sulaiman Al-Fahim, ya clasificado, y el Paris Saint Germain de Tamim bin Hamad Al-Thani, primo del presidente blanquiazul, que también aguarda en la fase de grupos.

El otro aspecto que más llama la atención es la distribución de los ingresos. Jugar la Liga de Campeones, aparte de un sueño, es un chollo en lo económico. De los 2.100.000 euros que se asegura el equipo sólo por estar en la previa, los dividendos fijos suben hasta los 9.300.000 euros. Esto es así porque los 32 clubes participantes en la fase de grupos tienen seguros 3,9 millones de euros de fijo, más 550.000 por partido jugado. Es decir, 7,2 millones de euros simplemente por competir. Además, el reparto de victorias y empates también es suculento: 800.000 y 400.000 euros.

No es el único efectivo que iría a las arcas blanquiazules. También se encuentra el llamado canon en concepto de derechos televisivos y explotación comercial. Un dinero que la UEFA recibe desde las televisiones y envía a los clubes dependiendo del mercado televisivo de cada liga, su clasificación y partidos de Champions. Valga como ejemplo gráfico para resumir esta primera fase en cuestión de ingresos el Villarreal esta temporada. El club amarillo, pese a perder todos sus partidos, obtuvo 15 millones.

Estos dividendos aumentan según se promocionen rondas. Tres millones de euros más por llegar a octavos; 3,3 si se alcanzan los cuartos; 4,2 por ser semifinalista y 5,6 por alcanzar la final. Ser campeón de Europa tienen como premio nueve millones de euros.

Si se diera el supuesto de que el Málaga no supera la fase previa, en la Europa League los ingresos son sensiblemente inferiores. Un millón de fijo por participar en la fase de grupos. Los triunfos se pagan a 140.000 euros y los empates a 70.000 euros. Clasificarte para dieciseisavos de final son 200.000 euros, 300.000 por estar en los octavos, 400.000 por llegar a los cuartos, 700.000 por las semifinales y 2.000.000 de euros por la final. Uno más es lo que se lleva el ganador.

‘La orejona’ es la copa con que todo club sueña

“Puede que no sea una obra de arte, pero todo el mundo del fútbol está deseando poner sus manos sobre ella”, comentó Jürg Stadelmann, el creador del copa que levanta el campeón de la Champions League. No va nada descaminado pues la orejona, como se le conoce popularmente por la forma de sus asas, es el sueño de cualquier club europeo. El actual Trofeo de la Champions mide 73,5 cm, pesa 8,5 kilos, es el sexto que se crea y data de 2006. Una norma introducida en la edición 1968/69 permitió que la copa se diera en propiedad a los clubes que ganasen la competición en cinco ocasiones o en tres de forma consecutiva. Esto significa que el Real Madrid, el Ajax, el Bayern de Múnich, el Milan y desde 2005, el Liverpool, tienen el trofeo original en sus vitrinas. Bajo el nuevo reglamento, un club que conquiste el torneo en cinco ediciones o en tres consecutivas recibirá un reconocimiento especial cuando el equipo comience un nuevo ciclo. El trofeo que levantará el capitán del equipo ganador en el Wembley Stadium de Londres es la quinta versión del actual diseño. Después de que se permitiera que el Real Madrid guardase el original en 1967, el secretario general de la UEFA, Hans Bangerter, decidió crear un nuevo diseño y encomendó la tarea a un artesano de Berna, Jürg Stadelmann. “Mi padre Hans y yo acudimos a la oficina de Bangerter y cubrimos todo el suelo con bocetos. Él realizó comentarios del tipo: a los búlgaros les gustará la parte de debajo. A los españoles esto otro, pero los italianos preferirán esto y los alemanes querrán un poco más de esto. Así que hicimos una especie de puzzle con el diseño uniendo muchas partes y creo que el resultado le gusta a todo el mundo. Tardé en acabar el trofeo 340 horas. Hice el trabajo más delicado y el grabador, Fred Bänninger, acabó la pieza. Puedo decir que estoy orgulloso”, relata Stadelmann en el sitio web de la UEFA.

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