Provincia

Continúa por quinto día la huelga de basura en Fuengirola

  • El Ayuntamiento critica el "descenso del ritmo de recogida", pero el comité de empresa asegura cumplir con los servicios mínimos

Un trabajador de Urbaser en Fuengirola  durante su trabajo.

Un trabajador de Urbaser en Fuengirola durante su trabajo. / M. H.

Los trabajadores de limpieza de Fuengirola cumplen hoy su quinto día de huelga a la espera de que la empresa concesionaria del servicio, Urbaser, dé respuesta a su demanda de mejoras laborales en el nuevo convenio colectivo. El comité de empresa sostiene que se están cumpliendo los servicios mínimos y que la huelga se está desarrollando con normalidad y sin incidencias, pero que aún no existe ningún tipo de negociación y continúa a la espera de que desde Urbaser o desde el Ayuntamiento se les abra una puerta para negociar. Su presidente, Francisco Jiménez, subrayó que Fuengirola "ya huele" y que empiezan a apreciarse las carencias en el servicio de limpieza, y añadió que los establecimientos del paseo marítimo "van a tener problemas porque nadie va a poder sentarse en las terrazas", ya que "aunque no se vea, la basura está ahí".

Señaló que aproximadamente 40 toneladas de residuos se quedan sin recoger diariamente en este municipio malagueño de 75.000 habitantes que en verano triplica su población, y denunció el seguimiento de los operarios "como si fuesen delincuentes" por parte de la Policía Local y personal municipal. Desde el Consistorio afirmaron que se está recogiendo entre el 60% y el 80% de la basura diaria y señalan que tras los primeros días de paros la localidad presenta "un aspecto aceptable", aunque insistieron en que los servicios mínimos no se están cumpliendo al nivel acordado.

Nadie va a poder sentarse en las terrazas, porque aunque no se vea, la basura está ahí"

Los servicios mínimos establecidos por el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla) son del 50% en días laborables y del 65% en fines de semana y festivos. La alcaldesa de Fuengirola, Ana Mula (PP), declaró que "se trata de un conflicto entre la empresa y sus trabajadores" y que la responsabilidad del Consistorio es que los ciudadanos no sufran las consecuencias del conflicto. Explicó que mantiene reuniones a diario para adoptar las medidas necesarias para la ciudad no se vea afectada en una época de "máxima afluencia turística" e instó a ambas partes a que "se sienten y busquen acuerdos".

Mula también denunció un descenso del ritmo habitual de recogida, "el sabotaje de múltiples islas ecológicas" para que no puedan recogerse los residuos, así como la avería de determinados vehículos, aunque no ha querido relacionar esta última cuestión con la huelga. MLa protesta, que comenzó el viernes, durará hasta el domingo, a la espera de que los trabajadores obtengan respuesta a sus demandas, entre las que se encuentra la recuperación del plus de antigüedad y una subida salarial de entre el IPC y el IPC más dos puntos.

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