Los trabajadores de la limpieza de Fuengirola inician hoy la huelga después de que en el día de ayer no se alcanzara ningún acuerdo con la empresa concesionaria del servicio en la localidad, Urbaser. Estos exigen desde hace más de un año ciertas mejoras en la negociación del nuevo convenio colectivo, entre ellas la reactivación de los trienios, el cobro íntegro del salario durante las vacaciones y las pagas extras, así como la reducción del horario laboral de 40 a 35 horas semanales, ampliado en 2012 en 5 horas semanales como medida de austeridad. Ante esta situación y tras el encuentro de ayer, los trabajadores redactarán una nueva propuesta con el objeto de alcanzar un acuerdo en los próximos días. Según las fuentes consultadas, la intención de los trabajadores pasa por incluir un total de 27 reivindicaciones en el nuevo convenio en los próximos dos o tres años, priorizando para este curso aquellos que consideren más necesarios, lo que todavía está en vía de estudio.

Tras la reunión con la empresa los representantes de los trabajadores se reunieron en asamblea con el resto de empleados para darles a conocer la situación e informar sobre la huelga. "La asamblea ha sido para concienciar a los trabajadores de cómo debemos hacer la huelga. No queremos piquetes violentos, solo queremos reivindicar nuestros derechos, tenemos argumentos de sobra", explicó Carlos Pastrana, portavoz de los trabajadores.

No queremos piquetes violentos en esta huelga, queremos reivindicar nuestros derechos"Carlos PastranaPortavoz trabajadores

Ante la inminente protesta de los trabajadores, que se prolongará hasta la medianoche del próximo 19 de agosto, el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía (Sercla) ha determinado unos servicios mínimos del 50% durante los días laborales . Dicho porcentaje asciende al 65% los días festivos (en este caso el 15 de agosto) así como los fines de semana.

Por su parte, la alcaldesa de Fuengirola, Ana Mula, instó tanto a la empresa como a sus empleados a que sigan negociando para llegar a un punto de encuentro y evitar que la ciudad salga perjudicada. "Fuengirola se enfrenta a una huelga de limpieza. Pero tengo que dejar claro que ésta no es una huelga contra el Ayuntamiento, que ha intentado mediar en todo momento, sino que es un conflicto entre los trabajadores y Urbaser, donde los perjudicados son los fuengiroleños. La empresa ha mostrado una incapacidad a la hora de llegar a un acuerdo con sus empleados", reclamó. Es más, explicó que la falta de entendimiento podría ser una maniobra de la entidad privada para intentar que se llevase a cabo una resolución pactada del contrato, que está vigente desde 2016, que ya intentó Urbaser a principios de año.