Fiesta gastronómica

Almáchar 'se sumerge' en medio siglo de ajoblanco

  • La fiesta que nació para reivindicar una carretera que uniese la localidad con Rincón cumple 50 años, con 3.000 litros de esta sopa repartidos por los vecinos

"Conoció usted Almáchar. Corazón de la Axarquía hermana y antesala de La Alpujarra. Agradecidos por su visita". Así cerraba el díptico del programa de actividades de la primera edición de la Fiesta del Ajoblanco. Fue el 29 de septiembre de 1968 y fue el pueblo quien la organizó movilizándose para pedir a las autoridades franquistas de aquel momento la construcción de una carretera que conectara el pueblo con Rincón de la Victoria a través de Moclinejo, para acercarlo a la capital.

"Entonces vino el gobernador civil y el delegado de Información y Turismo y otras autoridades de la provincia que tuvieron que subir por el río porque Almáchar no estaba comunicada por carretera hasta el año 1956. Entonces ya se podía ir por El Borge, Cútar, Benamargosa, Vélez-Málaga, Torre del Mar, Málaga, más de 60 kilómetros pero por el camino de Herradura por Moclinejo se acortaba a la mitad. Se hizo esta fiesta a la que acudieron miles de malagueños y e incluso extranjeros que estaban por la provincia", recordó el alcalde Almáchar, José Gámez.

"La carretera se consiguió porque el pueblo se volcó con la fiesta, se engalanó como ahora, se mostraron en las calles aperos de labranza, monedas antiguas, productos artesanales. Se repartió ajoblanco ilimitado como así aparece en el díptico", continúo el regidor para quien "uno de los éxitos de esta fiesta es que mantenemos el programa prácticamente igual pero mejorado".

Ayer desde las doce del mediodía en el Paseo de la Axarquía y en la Plaza Santo Cristo se repartían los primeros vasos de los 3.000 litros de esta sopa fría que los almachareños habían preparado para agasajar a los visitantes. También había proyecciones de vídeos conmemorativos y carteles de las diferentes ediciones que esta fiesta ha vivido durante este medio siglo.

A lo largo de la jornada también se repartieron 500 kilos de uvas, 100 de pasas y 200 litros de vino moscatel. Hubo masa de ajoblanco para untar en el pan. Por la noche, también de carácter gratuito, sangría y tapeo.

Una de las gracias de esta fiesta es que los puestos, alrededor de media docena, se distribuyen en diferentes calles del pueblo, de forma que invita a los visitantes a conocer el pueblo a través de un recorrido turístico.

A partir de las seis de la tarde hubo actuaciones en la plaza de España de bailes regionales y panda de verdiales, entre otros.

Uno de los momentos más emocionantes llegó con la inauguración de la escultura conmemorativa Homenaje al pueblo de Almáchar por su implicación en la fiesta. La obra representa a una mujer amasando ajoblanco, un plato que forma parte de la tradición gastronómica malagueña y que se elabora con pan, almendras y ajo. Como curiosidad, el centenar de voluntarios que colaboran en la fiesta llevaban una camiseta roja en la que se podía leer la receta de esta sopa fría.

La fiesta tuvo como pregonera a la directora del programa 75 minutos de Canal Sur, Beatriz Díaz. El premio Ajoblanco Andalucía fue para el barítono malagueño Carlos Álvarez. El Ajoblanco Málaga reconoció, a título póstumo, a Manuel España Lobo, "por ser uno de los principales impulsores de la fiesta"; así como al guitarrista de flamenco Rubén Portillo.

El galardón Ajoblanco Axarquía fue a manos de la Mancomunidad Costa del Sol Axarquía y el Ajoblanco Almáchar recayó en la Asociación Moscatel, por su defensa de la uva pasa, reconocida como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial.

También hubo menciones especiales para las asociaciones de Hijos de Almáchar de Cornellá y Barakaldo, por llevar 39 años consecutivos realizando la fiesta del Ajoblanco en Cataluña y en el País Vasco.

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