Provincia

El corte del Puente Nuevo de Ronda divide a los propios socialistas

  • La secretaria general del PSOE en la localidad pide a sus compañeros que negocien una solución consensuada

La secretaria general del PSOE de Ronda, Isabel Aguilera, ha pedido al Gobierno municipal, del que forman parte sus compañeros del Grupo Municipal Socialista, que suspenda las medidas adoptadas para la regulación del tráfico en el Puente Nuevo y busquen una solución negociada con los vecinos que se encuentran más afectados por dicha restricción. Aguilera reconocía el trabajo de intentar tomar medidas para proteger el patrimonio y el propio Puente Nuevo, aunque aseguraba que dicho plan está demostrando que problemas, para que aludió a la propia medida del Gobierno municipal de levantar dichas restricciones durante algunos de los días en los que se han producido lluvias de consideración en la ciudad.

Además, también se refirió al efecto que dichas medidas estarían teniendo sobre otro de los monumentos de la ciudad, el Puente Viejo, al que se desvió una parte de la circulación tras entrar en funcionamiento los horarios de restricción de paso por el principal puente de la ciudad. La dirigente socialista también arremetió contra el presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, al que pidió que cumpla con la promesa realizada a los vecinos para realizar desde la institución supramunicipal un estudio de técnico sobre una alternativa viaria al Puente Nuevo.

El equipo de gobierno convoca una reunión con la plataforma de afectados

Mientras tanto, desde el Gobierno municipal se convocó para la próxima semana una reunión con la Plataforma de Afectados por el Corte del Puente Nuevo, aunque no se han dado a conocer los asuntos que se abordarán. No obstante, la delegada municipal de Tráfico, Francisca González, ya anunció que se están estudiando algunas medidas como la posibilidad de implantar un bono familiar o que el autobús lanzadera que funciona durante las horas de cierre sea gratuito durante el horario de tarde.

Desde el anuncio de la puesta en marcha de esta medida se produjo un importante contestación social, llegando a realizarse dos manifestaciones en las que se produjo una masiva afluencia de vecinos contrarios a esta medida. Mientras tanto, desde el Gobierno municipal se completó esta semana el proceso de señalización con la instalación de las placas que califican el casco antiguo como zona residencial, por lo que los peatones tienen prioridad sobre los vehículos y pueden ocupar la totalidad de la calzada, además que estar limitada la velocidad a un máximo de 20 kilómetros por hora.

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