De ayer a Hoy

Veneración a la patrona

  • La calle de la Victoria tiene su origen en el antiguo camino medieval que unía Málaga con Granada. En la época musulmana atravesaba el principal cementerio que había en la ciudad

La calle de la Victoria, o simplemente la calle Victoria como se conoce popularmente, es el eje vertebrador del barrio que lleva el mismo nombre. Es una vía larga y recta que bordea la ladera septentrional del cerro de Gibralfaro y que tiene su origen en el antiguo camino medieval que unía Málaga con Granada, y que partía en la conocida Puerta de Granada.

A principios del siglo XVI se procedió a señalar la planificación viaria de lo que más tarde sería el barrio de la Victoria, trazándose la calle de este nombre y otras como Molino (acutal Cobertizo del Conde), Veracruz (que quizás corresponda con Cruz Verde) y Laguna (que hoy en día se denomina Lagunillas).

A partir de los repartos de tierras urbanizables realizados en la época de los Reyes Católicos, el historiador Víctor Heredia explicó que en el siglo XVI se culminó la ocupación urbana de los antiguos arrabales musulmanes "siguiendo esquemas ortogonales de calles rectas que se organizaban en torno a los nuevos centros religiosos, especialmente los conventos de la Victoria, Merced, San Francisco, Santo Domingo, Trinidad y, algo más tarde, Carmen y Capuchinos".

Pero el trazado del antiguo camino real de Granada en su parte inicial, es decir, la calle Victoria, tenía la particularidad de que en la época musulmana atravesaba el principal cementerio de la ciudad. La necrópolis de Gibralfaro o de la Puerta de Funtanalla es conocida por referencias documentales y por el hallazgo de numerosos vestigios arqueológicos, según el experto.

Los autores árabes medievales narraban la abundancia de vegetación y de agua en este cementeri, que se extendía entre la ladera del monte y las Lagunillas, con la calle Agua como límite. Después de la conquista castella en el año 1487 el cementerio quedó abandonado, y durante el siglo XVI se fue urbanizando con la construcción de nuevas edificaciones que flanqueaban el camino de Granada, que también conducía al convento de la Victoria, en el que se veneraba y venera en la actualidad a la patrona de la ciudad.

En la imagen superior, fechada a finales del siglo XIX o principios del XX, se puede ver cómo un tranvía tirado por dos caballerías desciende por la calle en dirección a la plaza de la Merced. Una doble vía indica el escaso tránsito de vehículos de la época que permitía destinar el espacio central de la calle a dos carriles para el tranvía que por entonces estaba cambiando la tracción animal por la eléctrica.

Los primero servicios urbanos de transporte público colectivo fueron los tranvías de tracción a sangre o animal, que "en realidad eran carromatos tirados por caballos y mulas que se desplazaban sobre raíles metálicos", dijo Heredia. Aunque mejoraron y regularizaron las comunicaciones internas de las ciudades, especialmente entre los espacios centrales y los barrios residenciales, las evidentes limitaciones de estos tranvías iniciales en cuanto a su velocidad y desarrollo y precio condicionaron su desarrollo.

La electrificación de los tranvías fue lo que revolucionó el transporte urbano al introducir varias mejoras en la calidad del servicio que se hizo accesible a la mayor parte de la población.

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